El encarecimiento de las materias primas necesarias para fabricar baterías de iones de litio está acelerando la búsqueda de alternativas viables. En este contexto, las baterías de sodio emergen como una de las soluciones más prometedoras a corto plazo, y el mayor fabricante mundial del sector, la china CATL, ya anticipa que su adopción a gran escala comenzará en 2026.
Actualmente, las baterías de litio dominan el mercado del vehículo eléctrico y del almacenamiento energético, especialmente en su versión de electrolito líquido. Aunque la industria avanza hacia las baterías de estado sólido como relevo natural, su despliegue masivo todavía requiere tiempo. Entre tanto, el sodio se abre camino como una opción intermedia con ventajas estratégicas en términos de costes, disponibilidad de materias primas y seguridad.
CATL, que concentra la mayor cuota del mercado global de baterías, ya dio sus primeros pasos en esta tecnología en 2021. No obstante, el verdadero salto cualitativo ha llegado con la nueva generación presentada en abril bajo el nombre de Naxtra, la primera batería de iones de sodio de la compañía que cumple con los estándares de seguridad más exigentes del mercado chino.
Según las previsiones del propio grupo, estas baterías comenzarán a utilizarse de forma generalizada a partir de 2026 y no se limitarán exclusivamente a los turismos eléctricos. CATL contempla aplicaciones en vehículos comerciales, como soluciones integradas de 24 voltios para camiones pesados, así como en sistemas de almacenamiento de energía, un segmento clave para la integración de renovables en la red eléctrica.
Este movimiento estratégico coincide con un repunte significativo en el precio del litio. El carbonato de litio de grado batería, materia prima esencial para los cátodos de las baterías de iones de litio, ha registrado incrementos superiores al 50% en apenas tres meses. Esta volatilidad refuerza el atractivo del sodio, un elemento mucho más abundante y con una cadena de suministro menos expuesta a tensiones geopolíticas.
Desde CATL consideran que la combinación de costes más estables, mayor seguridad térmica y prestaciones cada vez más competitivas permitirá que las baterías de sodio ganen cuota de mercado en el corto plazo. De hecho, el anuncio ha tenido un efecto inmediato en los mercados, impulsando el valor bursátil de varios fabricantes chinos especializados en esta tecnología.
Si las previsiones se cumplen, 2026 podría marcar el inicio de una diversificación real del ecosistema de baterías, reduciendo la dependencia del litio y abriendo una nueva etapa para la electrificación del transporte y el almacenamiento energético.
Fuente | motor.es
