Todos los turismos de su flota pública deberán ser 100% eléctricos desde julio de 2025, y los comerciales y ‘pick-ups’ necesitarán disponer del sello ‘cero emisiones’ 10 años después
Aunque uno nunca haya estado en la ciudad de Nueva York, el cine de Hollywood se ha encargado de que sus calles le sean igual de familiares que aquellas por las que pasa a diario. Una de las figuras que destacan en ese paisaje urbano por excelencia es la del típico taxi neoyorquino, que en ese imaginario inducido por las películas adquiere la forma tanto de un Ford Crown Victoria como de un Checker Cab, el vehículo que conducía un desnortado Travis Bickle en el filme de Martin Scorsese Taxi Driver.
Las cosas han cambiado mucho desde el año en que se estrenó la película (1976), como demuestra el solo hecho de la irrupción de competidores como Uber -impensable en aquella época-, y en lo tocante a la contaminación de la ciudad se han tomado algunas decisiones relevantes que afectan al sector del taxi.
Pese a todo, los vehículos públicos de la Gran Manzana tienen una profunda renovación pendiente. De ahí que las autoridades hayan adquirido el compromiso de convertir toda su flota actual, formada por unos 24.000 vehículos, de los que 6.000 son pick-ups y comerciales, hacia un modelo 100% eléctrico en el horizonte de 2038.
Así lo ha confirmado el alcalde la ciudad, Eric Adams, quien ha afirmado que las medidas de carácter sostenible que adoptará la ciudad ahorrarán 90 millones de dólares durante los próximos cuatro años a los contribuyentes de Nueva York.
“Ya vamos adelantados en el cumplimiento de nuestros objetivos de transición a la flota eléctrica. Esta normativa nos ayudará a avanzar aún más rápido, y sabemos que una transición justa requerirá el apoyo de nuestros partners”, ha asegurado Adams.
Su consistorio es una de las corporaciones locales que más apostado por electrificar su flota de vehículos, y en los últimos tiempos ha aprobado iniciativas que han permitido contar con 4.800 híbridos enchufables en su flota pública, a lo que se ha sumado la instalación de 1.805 puntos de recarga eléctrica. Nueva York ha alcanzado esta cifra sobre una previsión inicial de 4.000 vehículos electrificados en 2025; es decir, ha cumplido el objetivo con antelación a lo esperado, concretamente tres años antes.
La nueva norma aprobada por el ayuntamiento obligará a que todos los turismos de servicio público sean completamente eléctricos a partir de julio de 2025 y que todos los comerciales y pick-ups nuevos tengan la consideración de cero emisiones (lo que abre la puerta a las motorizaciones híbridas enchufables) desde julio de 2035, con algunas excepciones. En el caso de las motocicletas de la flota pública neoyorquina, todas deberán ser enteramente eléctricas a partir de julio de 2035.
Además del proceso de electrificación, el alcalde de Nueva York ha señalado que la flota pública reducirá su número en 885 unidades, con la idea de atenuar el impacto ambiental que genera en la calidad del aire de la ciudad. La corporación municipal se propone reducir las emisiones del transporte a la mitad para 2030; la Comisión de Limusinas y Taxis de la Ciudad (TLC, por sus siglas en inglés) calcula que los taxis son responsables de aproximadamente el 4% de esas emisiones.
Esfuerzos comunes
No solo los vehículos públicos se van a someter a una gran transformación en los próximos años. Varias compañías privadas como Uber o Lyft también han anunciado compromisos con la movilidad eléctrica, y concretamente Uber empleará solo vehículos eléctricos a partir del año 2025.
En general, los coches de baterías cuentan en Nueva York con incentivos tanto estatales como federales que facilitan su adquisición. El programa Drive Clean Rebate de la ciudad contempla hasta 2.000 dólares de ayuda para la compra de un vehículo eléctrico nuevo, a lo que cabe añadir los hasta 7.500 dólares de incentivo adicional que ofrece el Crédito Fiscal Federal. Además, los taxistas con licencia de la TLC disfrutan de un descuento del 15% en las estaciones de recarga públicas.
Para el año 2026, el Estado de Nueva York exigirá que el 35% de los turismos, pick-ups y SUV de nueva adquisición sean completamente eléctricos. Para el 2035, esta cuota habrá de ser del 100%.
Nueva York dispone actualmente de alrededor de 200 cargadores rápidos de corriente continua de acceso público y 1.000 cargadores tipo 2 (carga lenta en corriente alterna), también de acceso público para cualquier usuario, según informa la web Híbridos y eléctricos. Además de la implantación de una flota totalmente eléctrica, el Departamento de Transporte de la metrópoli y diversas empresas privadas planean expandir rápidamente la infraestructura de carga de la ciudad en los próximos años.
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