Así es el Repsol Tech Lab, el centro de investigación privado más grande de España y en su interior se estudian los combustibles renovables que posteriormente se fabricarán en complejos como el de A Coruña
A Coruña contará este año con la primera gasolinera donde se podrá repostar combustible 100% renovable. Estará en Coirós y será la primera de Galicia, que se sumará a la treintena que Repsol tiene ya operativas en toda la Península. Estos combustibles se fabrican a partir de materias primas como el aceite usado gracias a un largo proceso que se inicia en el Repsol Tech Lab, un centro de investigación con sede en el municipio madrileño de Móstoles.
Este espacio es el kilómetro cero de los combustibles renovables de la compañía. Se trata del centro de investigación privado más grande de España, con 50.000 metros cuadrados de superficie que albergan 20 laboratorios y 35 plantas piloto. Allí trabajan alrededor de 230 científicos de distintas disciplinas dedicados a la creación de combustibles que sean más eficientes y tengan menor impacto medioambiental. El objetivo es llegar al reto de lograr las cero emisiones netas en 2050.
Estos combustibles tienen la ventaja de que “se parecen mucho químicamente a los que tenemos hoy y eso los hace compatibles con los motores que ya existen“, detalla Dolores Cárdenas, gerente senior de diseño de producto en Repsol Tech Lab.
Pruebas con aceite usado en A Coruña
Actualmente existen dos tipos de combustibles renovables: los biocombustibles avanzados, que proceden de residuos de biomasa, como pueden ser aceites de cocina usados o restos de poda. Y los sintéticos o efuels, que utilizan hidrógeno verde.
El centro de Repsol es el encargado de seleccionar estos residuos y analizar sus caraterísticas para comprobar si cumplen con los requisitos necesarios para ser transformados en combustibles renovables en complejos infustriales como el de A Coruña.
La refinería de la ciudad herculina realizó en 2021 la primera prueba con aceite usado, aunque ya lleva años produciendo biodiésel. De hecho, en 2022 el complejo llegó a utilizar 125.000 toneladas de materia prima bio de distintos tipos -no solo de aceite- para fabricar biocombustible. Ahora espera aumentar esta cifra en un 30% a finales de este año.
En los dos últimos años la refinería ha contado asimismo con 7 millones de euros de inversión, que han servido para desarrollar proyectos como el descarguero que se inauguró el pasado mes de agosto, con el que se aumentará la cantidad de materia prima local que se emplea al permitir la llegada de camiones con aceite de cocina usado ya tratado.
Proceso de fabricación
No obstante, antes de llegar hasta complejos como el de A Coruña, en el centro de Móstoles se realiza todo el proceso de producción a pequeña escala. El primer paso de este camino es seleccionar los aceites que llegan de distintas fuentes y someterlos a los análisis necesarios en el laboratorio para conocer sus características.
Para este proceso se cuenta con la ayuda de varios robots, entre ellos el bautizado como Arturo, que echa una mano a las/os científicos para optimizar el trabajo, siendo capaz de manejar las muestras con absoluta precisión.
Posteriormente estos aceites se llevan a una planta piloto que reproduce las condiciones de una planta grande, como la de A Coruña, donde se pueden poner a prueba de forma controlada. Para lograrlo, las instalaciones albergan una refinería a escala de todas las plantas existentes en los distintos puntos del territorio.
De este proceso se elaborarán las recetas de los nuevos combtusible que posteriormente se llevarán a los complejos industriales para su fabricación, y que servirán para el funcionamiento de todo tipo de motores: coches, vehículos agrícolas, marinos y también aéreos. En ese sentido, Repsol ha llegado también a un acuerdo con Navantia en Ferrol para realizar combustible renovable para las fragatas.
Proyecto de MotoGP
Otro de los proyectos punteros que acoge la sede de innovación de Repsol en Móstoles es el que nace de la colaboración con la marca Honda para fabricar el carburante y el lubricante de los vehículos de competición para MotoGP.
Las instalaciones cuentan con un laboratorio de motores donde se prueban todos los combustibles. Para ello disponen de unas cámaras donde se pueden realizar experimentos con vehículos completos o con los motores de forma aislada. Es en esta ala donde se encuentra el prototipo de motor del próximo año del equipo Repsol-Honda de MotoGP, con el que probarán los nuevos carburantes y lubricantes.
Se trata de un proyecto confidencial del que apenas trasladan detalles. De hecho, solo existen dos modelos del prototipo, uno se encuentra en Móstoles y el otro en la sede de Honda en Japón.
Quincemil