La planta de Múnich, la sede de la compañía, acaba de dar el carpetazo a más de seis décadas de trabajo. El próximo objetivo de sus empleados será crear los sistemas de alimentación para los nuevos coches eléctricos
Hergestellt in Deutschland, Hecho en Alemania. A lo largo de la historia, nuestros vecinos del norte, un poco más al norte, han sido conocidos por su excelente labor y buen hacer. Si algo está hecho en las tierras de Hansel y Gretel es sinónimo de confianza, durabilidad y buena fabricación. Los motores de BMW se integran en esa filosofía, pero ya no podremos decir lo mismo. Los alemanes acaban de producir su último bloque en su tierra natal y eso, en cierto modo, supone un importante punto de inflexión.
Nos guste o no, la electrificación es el próximo horizonte de la movilidad. Los coches eléctricos son el presente y el futuro del mundo del motor. La combustión está dando, o al menos eso parece, sus últimos coletazos. En unos años no hablaremos de cilindros, pistones o bielas. Tocará cambiar el diccionario y sustituir esos términos por voltaje, devanados o circuitos. En Alemania ese cambio ya se está produciendo. Una adaptación que deja atrás 60 años de historia.
El último bloque V8 hecho en Alemania ya ha salido de la línea de montaje
No podemos hablar de BMW sin pensar en sus magníficos motores de seis cilindros. Bloques de combustión que han logrado la excelencia incluso cuando todo el mundo daba por hecho que habían alcanzado su máximo potencial. La fábrica de Múnich los ha estado ensamblando durante más de seis décadas, junto a otros poderosos motores como el V8 de la actual generación de los BMW M más potentes y extraordinarios. El pasado día 10 de noviembre salió de la planta el último motor de combustión concebido en tierras germanas.
No es ninguna novedad, allá por el 2021 los directivos de la compañía ya advirtieron que esta fecha iba a llegar. Esta medida no quiere decir que BMW vaya a dejar de fabricar motores de combustión, no va a ser así, pero ya no se fabricarán en Alemania. La producción se ha derivado a Austria, a la planta de Magna Steyr y a Inglaterra, a la planta de Hams Hall, donde actualmente ya se producen otras unidades motrices que alimentan a casi toda la gama. Entonces, la gran pregunta es, ¿qué pasará con la planta del norte de Múnich?
Absolutamente nada, la fábrica tiene planes a largo plazo y desde hace tiempo está aplicando modificaciones importantes a su línea de montaje. Sus trabajadores ya ensamblan unidades motrices que alimentan a varios modelos de la gama i, pero lo mejor está por llegar. A partir de 2025 BMW estrenará la plataforma Neue Klasse, que también saldrá de la factoría de Múnich a partir de 2026. La compañía ha invertido 400 millones de euros en la adaptación de la fábrica y en el reciclaje de todo su personal. 1.200 operarios tendrán que pasar por las aulas para aprender sobre motores eléctricos y otros componentes.
Con la reorganización de la planta principal de Múnich, la red de producción bávara de coches eléctricos va tomando forma. El i4 ya se está fabricando en Múnich, mientras que el iX, el i7 y el nuevo BMW i5 salen de la línea de producción en Dingolfing. Los SUV eléctricos, los iX1 e iX2 se fabrican en Ratisbona y en la producción de componentes también participan otras plantas. En cuanto a las baterías, BMW ya tiene los permisos para levantar una planta de ensamblaje en Strasskirchen, además de otros centros repartidos por todo el mundo.
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