La subida de la fiscalidad del diésel y la implementación de un impuesto a los billetes de avión son dos de las medidas tributarias que el Ministerio de Hacienda planea introducir los próximos meses. Estas acciones, parte del Plan de Recuperación que el Gobierno promete a Bruselas, cuentan con el respaldo del informe elaborado por el comité de expertos designado por Hacienda para asesorar en la reforma fiscal. La subida del diésel es la más inmediata, comprometida por el Ejecutivo para antes de junio de este año, aunque Hacienda ha mantenido un hermetismo al respecto en los últimos meses.
La ponencia de los expertos sobre fiscalidad verde incluye estas medidas y propone diversas formas de compensación, dado que las considera regresivas. Parten de la necesidad de elevar el bajo nivel de la fiscalidad medioambiental en España, una situación considerada como una anomalía en comparación con la media de la Unión Europea. Tanto la Comisión Europea como la OCDE han hecho hincapié en esta necesidad.
En este sentido, el sector del transporte es el principal responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero en España, representando más del 92% de estas emisiones, siendo el transporte por carretera el mayor contribuyente. Aunque las emisiones del sector de la aviación tienen un peso menor, habían experimentado un fuerte incremento antes de la pandemia, y se espera que retomen su tendencia al alza en el futuro.
Impuesto diésel
En relación con los carburantes, se comienza desde la premisa de que los impuestos sobre el diésel y la gasolina están considerablemente por debajo del promedio observado en Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido. Se plantea la posibilidad de equiparar estos gravámenes, ya sea de manera gradual o de forma inmediata.
La propuesta de aumentar el impuesto al diésel para igualarlo al de la gasolina estaba contemplada en el programa del PSOE. Sin embargo, no se incluyó en los Presupuestos fallidos de 2019 debido a la falta de acuerdo con Podemos. Posteriormente, esta medida fue incorporada en los Presupuestos de 2021, pero fue eliminada durante las negociaciones de enmiendas a raíz de las objeciones planteadas por el PNV y Ciudadanos.
El objetivo de esta medida era recaudar 500 millones de euros adicionales, lo que implicaba elevar el tipo impositivo a 34,5 céntimos por litro, frente a los 30,7 céntimos actuales, todavía por debajo de los 40,07 céntimos que grava el consumo de gasolina. Este aumento representaba un incremento de 3,8 céntimos por litro, equivalente a 38 euros por cada mil litros, o aproximadamente 3,45 euros más al mes para un conductor que recorra alrededor de 15.000 kilómetros al año, lo que supondría un total de poco más de 41 euros al año.
Los expertos, por su parte, plantean una subida del diésel e impuestos verdes que asciende a un total de 15.023 millones de euros. Recomiendan un alza del diésel y la gasolina de 6.850,2 millones, en la que proponen una equiparación de diésel y gasolina y una subida adicional.
La recuperación de esta medida coincide con el actual proceso de tramitación del Fondo Nacional para la Sostenibilidad del Sistema Eléctrico, que cuenta con la tolerancia del PNV. En el Plan de Recuperación, el Gobierno se compromete a llevar a cabo una “revisión de las bonificaciones de los hidrocarburos utilizados como carburante para la equiparación progresiva de los tipos impositivos en atención a su poder contaminante”.
En cuanto al impuesto sobre los billetes de avión, se han analizado diferentes escenarios, desde un impuesto medio de 2,94 euros por pasajero en vuelos domésticos y 9,06 euros en vuelos internacionales. Todo ello para recaudar 900 millones, hasta 5,43 euros en vuelos domésticos y 16,76 euros en vuelos internacionales para obtener 1.500 millones. Países como Francia, Alemania y otros ya tienen en vigor este impuesto.
Otras medidas
Como es habitual en el Plan de Recuperación, estas medidas se complementan con otras que el Gobierno ya ha puesto en marcha o se encuentran en una fase avanzada de tramitación, como es el caso de los impuestos sobre plásticos y residuos, así como la reforma del impuesto sobre gases fluorados. El documento remitido a Bruselas también establece el compromiso de introducir tasas relacionadas con la movilidad, como la implementación de peajes en carreteras y figuras tributarias que gravan la matriculación de vehículos.
En un momento en el que la Comisión Europea está preparando una Directiva sobre imposición medioambiental que aborda cuestiones de difícil implementación, como el aumento de la fiscalidad del diésel y la eliminación de exenciones al gasóleo profesional.
Lagrada Online