El precio de los coches chinos aumentará un 20% a partir de otoño, es el momento de comprar uno

Los coches fabricados en China, eléctricos o no, pagarán más en las aduanas europeas

La Unión Europea no está dispuesta a retrasar la imposición de aranceles a las marcas chinas que comercializan sus coches eléctricos en el continente. A finales del pasado verano, se supo que Europa estaba dispuesta a averiguar si los grandes productores chinos estaban siendo subvencionados por el gobierno asiático para contrarrestar los elevados costes de producción y transporte, y así vender por debajo de los precios de las marcas europeas.

Poco antes de terminar 2023, la UE envió un grupo de emisarios a China con el objetivo de evaluar si estaban operando subvencionados. Great Wall fue el primero en hacerlo para, posteriormente, sumarse los de SAIC, Geely y BYD. Un estudio, cuyas conclusiones se están haciendo de rogar pero del que ya se conocen detalles, y que sentó muy mal en el gigante asiático, a pesar de que goza de un acuerdo de mercado más que privilegiado.

La duda ofende a China, que grava más alto los coches europeos

La realidad es que los coches chinos que pasan por la aduana europea pagan un impuesto del diez por ciento, mientras que los europeos que se envían al gigante asiático están sometidos a un arancel del 18 por ciento. El mismo tipo que la UE estima que deben pagar los modelos chinos a partir de junio. Incluso, hay voces en el seno del Parlamento que apuestan por duplicar el impuesto que actualmente pagan, llegando al 20 por ciento.

Otoño es el tope. Si no es este verano, será una realidad en la tercera estación del año, por lo que si estás interesado en un coche eléctrico o híbrido de China, ya puedes ir haciendo el encargo porque, antes de finales de año, te costará más. Por poner un ejemplo, un BYD Dolphin que, actualmente, cuesta casi 38.000 euros pasará a costar, en el mejor caso, poco más de 41.000 euros. En el peor, rozará los 42.000 euros.

Fábricas en Europa, sí, y un «recado» de SAIC a Volkswagen

Aiden He, director de SAIC en Europa, se ha manifestado al respecto, apuntando que «Es una decisión de la UE, no sé si sucederá ya en junio, pero llegará. Podemos verificar nuestros costes y ver qué podemos hacer para reducirlos. Hay muchos rumores por todas partes, pero tenemos que estar preparados». El mandatario de uno de los más grandes grupos automovilísticos de China, que cuenta con hasta 13 fábricas repartidas por el país, está convencido de que los Gobiernos tienen que entenderse, añadiendo que «Esto no es política, es una cuestión de negocios, así que espero que todos se sienten y discutan esto».

Partidario de construir fábricas en Europa, lógicamente no es algo que se haga de la noche a la mañana, sino que se tarda entre dos y tres años. Una opción que no solo esquiva los aranceles, sino que ahorra el transporte desde China. El jefe de SAIC, que coopera con Volkswagen en su país, deja abierta la puerta a una colaboración con la marca alemana en Europa. Difícil cuando los de Wolfsburg ofrecen productos específicos para los asiáticos, mientras que al revés sería meter un zorro en el gallinero.

Motor.es

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