En un paper publicado en The Journal of the Electrochemical Society, investigadores del laboratorio de química para baterías de la Universidad Dalhousie de Nueva Escocia, Canadá, explican los detalles de una nueva tecnología que permitiría tener una nueva generación de baterías para coches eléctricos.
Se trata de un ambicioso desarrollo donde describen cómo fabricar una batería de iones de litio que, afirman, podrá dar energía a un coche eléctrico durante más de un millón y medio de kilómetros y más de 4.000 ciclos de carga. Todo esto mientras sólo pierde alrededor del 10% de su capacidad de carga al llegar al final de su vida útil. En caso de ser cierto, sería uno de los proyectos más ambiciosos de los últimos años en este campo.
El Santo Grial de las baterías estaría en las manos de Tesla
A día de hoy, las celdas utilizadas en la mayoría de los coches eléctricos, Tesla incluida, tienen una vida útil estimada de entre 450.000 y 800.000. Ahora, de acuerdo a esta nueva investigación, este tiempo de vida se incrementaría al doble, lo que significaría que, en ciertos escenarios, podrían incluso durar más el mismo coche.
Según la investigación, actualmente los propietarios de un coche eléctrico cambian su vehículo antes de llegar al millón de kilómetros. Pero lo atractivo de este desarrollo es que no sólo está dirigido a coches comerciales para usuario final, sino que podría significar un cambio importante en taxis, camiones de mensajería y reparto, así como otros vehículos de transporte público.
El equipo de la Universidad Dalhousie lleva trabajando en exclusiva para Tesla desde 2016, esto con el objetivo de poder diseñar una especie de “receta secreta” para mejorar las baterías de iones de litio en vehículos Tesla. Sin embargo, esta nueva investigación describe muchos de los detalles de esta “receta secreta” que, en teoría, debería ser exclusiva de Tesla.
Por ejemplo, en el documento se explica cómo optimizar y mezclar todos los ingredientes de la batería, donde se incluye grafito artificial, una mejora en la nanoestructura del óxido de cobalto de manganeso y níquel-litio, lo cual serviría para crear una estructura cristalina que tenga menos probabilidades de agrietarse y degradar el rendimiento. Vamos, que esta receta está ahora disponible para cualquier persona, o fabricante, interesado.
El que Tesla y Elon Musk hayan accedido a publicar esta información, siquiera antes de que lanzaran una batería de este tipo sonaba un poco raro. A los pocos días de haberse publicado, a Tesla le fue otorgada una patente para una nueva batería de coche eléctrico que presenta casi la misma composición química que la que se detalla en la investigación. Un detalle importante es que dicha patente se le adjudica al físico Jeff Dahn, que casualmente dirige el laboratorio de baterías de la Universidad de Dalhousie.
Hasta el momento se desconocen los detalles exactos de la batería que patentó Tesla, pero algunos investigadores que trabajaron junto a Dahn dijeron a Wired que es muy probable que ya supere el rendimiento de la batería que se detalla en el documento de investigación. Tampoco se sabe cuándo se iniciaría la producción de esta nueva batería por parte de Tesla, por lo que tendremos que estar atentos ante cualquier anuncio.