Jim Farley, CEO de Ford, ha concedido una entrevista reciente donde ha dado su opinión clara y sin tabúes sobre la situación industrial actual
El CEO de Ford, Jim Farley, es conocido popularmente por ser bastante claro en sus intervenciones, andándose así con muy pocos ‘pelos en la lengua’. En un última entrevista con el periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, el directivo ha puesto en valor su punto de vista sobre la situación del mercado automovilístico actual. Especialmente en términos del valor que se le aporta al cliente, así como la experiencia digital que cada vez es más presente e importante en los vehículos eléctricos.
Ante estos temas, el máximo directivo de la firma norteamericana no tardó en sacar a la palestra su visión sobre los coches eléctricos chinos y su desembarco en nuevos mercados. El futuro real “será una carrera global con los chinos. Tesla tendrá que bajar sus precios. Se tratará de coches más pequeños y más asequibles. Y los costes tendrán que reducirse entre un 20 y un 30 por ciento”.
Ante esto, el responsable hizo hincapié en lo que supondrá esto para las marcas reconocidas como ‘premium’: “El mercado del lujo ya no estará automáticamente dominado por los fabricantes tradicionales. La pregunta es, ¿cómo se definirá ahora el lujo en China, el mercado más orientado a la electrónica y a lo digital del mundo? ¿Cómo les irá a los fabricantes de lujo alemanes si el lujo sólo se define por lo digital? ¿Qué pasaría si los multimillonarios también llevaran el mismo reloj electrónico que todos los demás?”.
Ford no está alineada precisamente con los cánones de una ‘marca de lujo’, pues su principal valor es sobre el volumen de producción masivo. De hecho, su proyecto más rompedor a día de hoy es crear una nueva gama de vehículos eléctricos accesibles con los que competir con las marcas ‘baratas’ provenientes de China.
Una situación muy difícil para Europa
Posteriormente, en su entrevista, el directivo se apuntó a hablar sobre la situación que deja todo esto para Europa: “Todavía hay toda una tirada de preguntas que deben responderse: primero, ¿quiere la gente comprar coches eléctricos? En segundo lugar, ¿cómo se producen en China los productos de los proveedores y las materias primas químicas, con energía verde o de otro modo? En tercer lugar, ¿cuál es la situación laboral de quienes producen materias primas? Porque, ¿qué es más importante aquí, el medio ambiente o el empleo?”.
“Los chinos vendrán a Europa con furgonetas de reparto eléctricas baratas. Por tanto, nuestra ventaja debe ser el servicio y el software. Hasta ahora, se puede decir que la industria automovilística europea no está preparada industrialmente para los coches eléctricos en la primera fase del juego”, afirmó Farley, haciendo mención al protagonismo que las marcas han dado a China en diferentes niveles, lo que ahora se está descubriendo como un fallo, pues la dependencia de oriente es casi total.
Como se puede ver, tal y como comentamos al principio, Farley no ha dudado en poner el acento sobre Europa y su situación actual frente a los coches eléctricos eminentemente chinos. No obstante, ¿está Estados Unidos en una mejor situación? Bien es cierto que en Norteamérica la presencia de marcas chinas es prácticamente nula, pues cuentan con un mayor protagonismo las firmas nacionales, europeas, coreanas o japonesas, lo que deja así un mercado más ‘tradicional’ en este aspecto.
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