La Comisión Europea reafirmó este lunes la legalidad de los aranceles impuestos a los coches eléctricos importados de China, en respuesta a la reciente demanda presentada por Pekín ante la Organización Mundial del Comercio (OMC). En un comunicado, Bruselas aseguró que la medida es resultado de una investigación “detallada y basada en hechos” para contrarrestar los subsidios “ilegales” de China a sus productores de vehículos eléctricos, que les otorgan una ventaja desleal frente a sus competidores europeos.
La portavoz de la Comisión Europea, en declaraciones a Europa Press, señaló que la Unión Europea “toma nota de la solicitud de consultas presentada por China en la OMC” y agregó que Bruselas examinará los detalles del reclamo y responderá “a su debido tiempo, siguiendo los procedimientos de la OMC”.
Aranceles en defensa de la competitividad europea
En el marco de esta disputa, fuentes comunitarias expresaron “plena confianza” en que los aranceles, que pueden alcanzar hasta el 35,3%, cumplen con las normas de la UE y de la OMC. Estas tarifas, establecidas permanentemente por un periodo de cinco años desde el miércoles pasado, se suman al 10% que la UE ya aplica a todas las importaciones de automóviles, lo que eleva los aranceles efectivos para algunos fabricantes chinos hasta un 45,3%.
La investigación preliminar que justificó esta medida se llevó a cabo en el verano pasado y reveló que los subsidios del gobierno chino permitían a sus fabricantes producir a precios considerablemente más bajos que los de sus competidores en el mercado europeo. Bruselas considera que estos aranceles son necesarios para nivelar el terreno de competencia y defender la industria automotriz europea de prácticas comerciales desleales.
Diálogo abierto con Pekín y rechazo a contramedidas chinas
Aunque la UE defiende su postura ante la OMC, ha mantenido abierta la puerta a negociaciones con Pekín. En este sentido, el comisario designado para Comercio y Seguridad Económica, Maros Sefcovic, confirmó ante el Parlamento Europeo que una delegación del equipo de Comercio de la Comisión se encuentra en China para avanzar en el diálogo.
“Entendemos que China está interesada en las negociaciones”, afirmó Sefcovic, quien insistió en que cualquier acuerdo deberá tener el mismo efecto compensatorio que los aranceles actuales y garantizar su viabilidad en la aplicación.
Sin embargo, Bruselas también respondió a las posibles represalias anunciadas por las autoridades chinas, quienes han amenazado con imponer restricciones sobre productos europeos como el porcino y el coñac. Sefcovic calificó estas medidas como un “intento fraudulento” de desviar la atención de la verdadera disputa comercial y aseguró que la UE mantendrá su postura firme frente a cualquier intento de represalia que considere injustificado.
Camino a la resolución en la OMC
La demanda de China ante la OMC, en la que solicita consultas sobre los aranceles europeos, inicia un proceso de resolución de disputas que podría extenderse. La Comisión Europea, sin embargo, se muestra dispuesta a agotar todas las vías de diálogo antes de que el caso escale a un arbitraje internacional, confiando en la legitimidad de las medidas adoptadas.
Este enfrentamiento comercial entre Bruselas y Pekín destaca las crecientes tensiones en el ámbito del comercio global y la compleja relación económica entre ambas potencias, quienes buscan proteger sus industrias estratégicas en un contexto de competencia global en el sector automotriz y tecnológico.
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