Tavares generó tal caos y malestar que en Stellantis están deshaciendo muchas de sus apuestas más fuertes. El “jefazo” dejaba su puesto como responsable de Stellantis, sustituyéndolo John Elkann, el nieto de Giani Agnelli. El Consejo de Administración de la compañía, bajo la presidencia de John Elkann, aceptaba la dimisión de Carlos Tavares como CEO con efecto inmediato.
Y a los mandos se colocaba John Elkann, un empresario industrial italo-estadounidense. Hablamos del nieto de Gianni Agnelli, que a su vez era nieto de Giovanni Agnelli, que fue fundador de Fiat junto con otros empresarios del Piamonte. John Elkann fue elegido para presidir y controlar las compañías automotrices Ferrari y Stellantis, y ahora llevará la batuta de Stellantis.
Para que te hagas una idea, recordemos que Stellantis controla Abarth, Alfa Romeo, Chrysler, Citroën, Dodge, DS, Jeep, Fiat, Fiat Professional, Lancia, Maserati, Mopar, Opel, Peugeot, Ram y Vauxhall. Y todo esto, por el momento, será gestionado por John Elkann, también presidente y consejero delegado de Exor.
Pero muchos se preguntan, ¿y ahora qué? Y la respuesta es, en algunos casos, sencilla y a la vez compleja. En algunas marcas se han puesto a trabajar para deshacer el desaguisado que había provocado Tavares. Y esto da la razón a los que dicen que el CEO ha sido obligado a dejar el puesto.
Por ejemplo, el nuevo director ejecutivo de RAM aseguraba a Motor1 que la situación es realmente crítica y que literalmente les “están pateando el culo”. Igualmente, según parece, cuando aún Tavares era CEO recibió una carta del Consejo Nacional de Concesionarios de Stellantis de Norteamérica en la que se le culpaba del “desastre”.
La decadencia de las marcas estadounidenses es clara, y para muchos es culpa de Tavares. Por ejemplo, RAM, ha recuperado a uno de sus directivos más veteranos, Tim Kuniskis, para hacerse cargo de la marca. Un ejecutivo que lideró en su tiempo a Dodge.
El propio Kuniskis tiene un trabajo duro por delante. Eso sí, se ha mostrado optimista y cree que todavía están a tiempo de revertir el problema y corregir algunos errores. Estos errores serían achacados a la mala gestión de Tavares.
Tim Kuniskis siempre fue defensor de las motorizaciones V8 de Dodge. Y la culpa sobre su desaparición va para, precisamente, Carlos Tavares, a quien responsabilizan de haber sido el responsable de iniciar la desaparición del mítico motor Hemi V8. Y la mayoría, seguía creyendo en esta mecánica.
El nuevo consejero delegado de Dodge y RAM asegura que “estaba aburrido” cuando le avisaron para ocupar el puesto. Dice que no le importa pelear para salir del atolladero y que no tiene problemas para luchar como sea necesario por la marca.
Lo cierto es que el cuarto mayor fabricante de automóviles se ha visto inmerso en demasiados problemas. La crisis de los motores PureTech ha sido clave en esta caída, pero se suma la caída de las ventas en Norteamérica y una pérdida de atractivo y competitividad frente a otras opciones del mercado.
Todos apuntan a que el CEO estaba tan obsesionado con reducir costes y maximizar beneficios que, por el camino, con su línea de actuación, se llevó por delante productos del grupo. La plantilla de trabajadores se redujo un 14% desde 2020, y sabemos que algunos coches se simplificaron para abaratar su desarrollo.
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