Barcelona da un paso más en su estrategia de movilidad libre de emisiones. A partir de 2026, el Ayuntamiento concederá 600 euros de ayuda directa a los propietarios que desguacen su ciclomotor de gasolina y lo sustituyan por uno eléctrico nuevo. El objetivo político es claro: lograr que el parque de ciclomotores de la ciudad sea 100 % eléctrico en 2030.
Según los cálculos municipales, esos 600 euros cubrirán entre el 16 % y el 40 % del precio de un ciclomotor eléctrico, en función del modelo. Para acceder a la subvención será imprescindible acreditar la baja definitiva del vehículo de combustión y la compra del nuevo ciclomotor cero emisiones. La tramitación se realizará íntegramente de forma telemática, a través del portal de Ecología Urbana, una vez aprobados los presupuestos de 2026. Las ayudas se concederán por orden de solicitud hasta agotar la partida disponible.
Un parque en transición: 8.000 eléctricos y 24.000 de gasolina
Barcelona tiene censados actualmente 32.000 ciclomotores, de los que se estima que 18.000 siguen circulando a diario. Del total, 24.000 son de combustión y 8.000 ya son eléctricos, lo que muestra una transición en marcha pero todavía insuficiente para los objetivos climáticos del consistorio.
Con este nuevo programa, el Ayuntamiento calcula que podría facilitar la renovación de unos 20.000 ciclomotores de gasolina en un periodo de cuatro años. De cumplirse las previsiones, prácticamente desaparecerían de las calles las clásicas motos de 49cc de gasolina y se avanzaría hacia un parque de ciclomotores cero emisiones directas.
En términos ambientales, el plan municipal estima un ahorro de 3.000 toneladas de CO₂, equivalente, según las comparativas internas del consistorio, a retirar de la circulación alrededor de 1.000 coches.
96 estaciones de intercambio de baterías
El incentivo económico se completa con una apuesta por la infraestructura. El Ayuntamiento invertirá tres millones de euros hasta 2030 para desplegar una red de intercambio de baterías para ciclomotores eléctricos, un sistema ya utilizado por fabricantes como Silence.
Barcelona cuenta hoy con 32 estaciones de intercambio y el objetivo es llegar a 96 puntos operativos, incorporando 64 nuevas instalaciones repartidas por toda la ciudad. Estas ayudas irán dirigidas a empresas que gestionen aparcamientos, gasolineras u otros espacios aptos para albergar este tipo de servicio.
Cada estación podrá recibir hasta 45.000 euros de subvención, cubriendo hasta el 60 % de la inversión, siempre que el punto permanezca en funcionamiento un mínimo de cuatro años.
Con este doble paquete, renovación del parque y ampliación de la red de batería, Barcelona busca consolidar al ciclomotor eléctrico como una de las piezas clave de su estrategia de movilidad urbana limpia, reduciendo ruido y emisiones en los desplazamientos cotidianos de corta distancia.
Fuente | hibridosyelectricos.com
