Tras la subida de las tasas de derechos de importación a los coches eléctricos chinos en Estados Unidos y Europa, el país asiático solicitó ayuda a la Organización Mundial del Comercio, y esto es lo que ha contestado el organismo internacional
Aunque más tarde de lo que algunas partes del sector del automóvil pedían, tanto Estados Unidos como Europa finalmente decidieron aplicar unas nuevas tasas de importación a los vehículos eléctricos chinos. Unos aranceles que no han gustado nada al Gobierno chino, que trata de poner remedio. Uno de sus recursos más sonados ha sido el de acudir a la Organización Mundial del Comercio.
Recodemos que Joe Biden puso en marcha la medida en mayo, con un aumento de las tasas del 100%, y que Bruselas hizo lo propio en Europa desde el pasado 5 de julio, y en todo caso los aranceles suben hasta un 37,6% para SAIC y otros fabricantes que no prestaron ayuda en la investigación, mientras que BYD y Geely se han ‘salvado’ con subidas del 17,4 y de 19,9%, respectivamente, y como extra al 10% que ya se aplicaba.
China ya tiene respuesta del organismo internacional
No todos están de acuerdo con esta medida, como es el caso de Alemania, mientras que España y Francia sí que mostraron su apoyo a la decisión de la Unión Europa. Una maniobra que es temporal, pues en octubre deberá votarse si estos aranceles continúan en noviembre, se modifican en porcentajes o directamente se eliminan.
Que el país germano esté en contra de esta subida en las tasas, tiene su explicación en el gran volumen de vehículos que vende en China, algo que podría afectarle seriamente si el territorio asiático devuelve ‘la jugada’ y les aplica nuevos aranceles para ‘vengarse’.
Y no es el único país europeo que puede tener problemas con China, pues también se amenazó con investigar los envíos de productos de la industria porcina que realiza España.
Como sea, parece que las conversaciones entre el Gobierno chino y Europa fluyen bastante mejor que las que están teniendo con Norteamérica, pues se pidió a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que intermediara para resolver la situación que se estaba dando.
Recordemos que en Estados Unidos han sido mucho más duros que en nuestro continente, pues la tasa aplicada se ha multiplicado por cuatro, sin excepciones, para proteger a los fabricantes locales. Y por si fuera poco, dejan fuera de las ayudas a la compra que hay allí (algo así como lo que aquí se conoce como Plan Moves III) a los vehículos que lleguen desde China.
El Gobierno chino no ha sido transparente con las subvenciones
Todo dentro de una Ley de Reducción de la Inflación en Estados Unidos (IRA) que, según el Ministerio de Comercio de China “pone barreras comerciales artificiales y aumenta el coste de la transición a la energía verde”.
Pero la OMC ha respondido con dureza al país asiático, pues entiende que la subvenciones que está dando a distintas industria, especialmente a la del coche eléctrico, “carecen de transparencia”.
Una declaración que apoyaría por tanto a los aranceles como a otras medidas llevadas a cabo en Europa y Estados Unidos, tras investigar precisamente una serie de subvenciones desmesuradas a los fabricantes de coches chinos, lo que estaría permitiendo que el precio de sus vehículos sean tan bajos.
Es decir, que el organismo internacional está de acuerdo con la imposibilidad de calcular el apoyo financiero que el segundo país con mayor nivel económico del mundo ha brindado a la industria automovilística.
Pekín, por su parte, ha elaborado un documento como respuesta a la OMC, en el que asegura que siempre han cumplido con su parte en cuanto reglas de comercio internacional se refiere, y se han mostrado abiertos a tener nuevas conversaciones al respecto, aunque piden que las normas estén “mejor definidas” para evitar este tipo de situaciones.
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