Las tensiones entre la UE y China tienen picos, y ahora están en uno de los más altos. Este lunes la Comisión Europea anunció que ha presentado una solicitud de consulta ante la Organización Mundial del Comercio (OMC), impugnando la apertura por parte de Pekín de una investigación antisubvenciones contra las importaciones de determinados productos lácteos procedentes de la Unión.
Es la primera vez que la UE decide impugnar una investigación en su fase inicial. “La actuación de la UE se debe a que China está iniciando en poco tiempo medidas de defensa comercial basadas en alegaciones dudosas y pruebas insuficientes“, resume Bruselas en su comunicado.
Con ello, la Comisión “cumple su compromiso de defender con firmeza los intereses del sector lácteo de la UE y la Política Agrícola Común frente a procedimientos abusivos”. En el caso de España es una noticia muy relevante, pues es uno de los principales actores en este asunto, también en lo referente al sector porcino. El país es el principal exportador de cerdo a China entre todos los países de la Unión Europea, con ventas por valor de 1.223 millones de euros en 2023.
“La Comisión ha seguido muy de cerca las investigaciones desde el principio, en plena cooperación con los productores exportadores de la UE y las autoridades de los Estados miembros. La Comisión está decidida a hacer pleno uso de todos los medios jurídicos disponibles para defender a la industria de la UE contra el abuso de los instrumentos de defensa comercial“, añaden. Las consultas solicitadas por la Unión representan el primer paso en el procedimiento de solución de diferencias de la OMC. “Si no conducen a una solución satisfactoria, la UE podría solicitar la creación de un grupo especial por parte de la OMC para decidir sobre esta investigación”, termina el Ejecutivo comunitario.
China inició su investigación sobre productos lácteos el 21 de agosto de 2024. La investigación se centra en la leche y la nata con un contenido de grasa superior al 10% y en varios tipos de queso procedentes de la UE. La investigación se centra en las subvenciones de la Política Agrícola Común de la UE, así como en determinados programas nacionales y regionales. La Comisión confía “en que estos regímenes de subvenciones se ajusten plenamente a las normas internacionales y no causen perjuicio a la industria láctea china”.
Esto se da en un contexto marcado por muchas tensiones, con la investigación de Bruselas sobre las subvenciones de China al coche eléctrico, algo que la Comisión considera competencia desleal. En este sentido, siguen las negociaciones y los Estados miembros están apretando al Ejecutivo comunitario para que reconsidere sus posiciones, algo que de momento no está sobre la mesa.
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