Busán, Corea del Sur. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping, han alcanzado un acuerdo que podría marcar un punto de inflexión en las relaciones comerciales entre las dos mayores economías del mundo. La reunión, celebrada en la ciudad surcoreana de Busán, ha servido para rebajar las tensiones bilaterales y sentar las bases de una nueva etapa de cooperación.
Según explicó Trump tras el encuentro, China ha aceptado aplazar durante un año las restricciones a la exportación de tierras raras, uno de los principales puntos de fricción comercial, mientras que Estados Unidos reducirá del 20% al 10% los aranceles aplicados a productos chinos vinculados al tráfico de fentanilo. Además, Pekín se ha comprometido a reanudar la compra de grandes volúmenes de soja estadounidense y a colaborar en cuestiones internacionales, incluida la guerra en Ucrania.
Ha sido un encuentro increíble. El tema de las tierras raras está solucionado, y eso beneficia al conjunto de la economía global, declaró Trump a bordo del Air Force One tras el encuentro.
Compromisos bilaterales
Desde Pekín, el Ministerio de Comercio ha confirmado los pactos alcanzados. Entre ellos, destacan:
- Suspensión durante un año de los aranceles recíprocos del 24% impuestos por ambos países.
- Paralización temporal de las medidas de represalia y de las nuevas tarifas portuarias anunciadas recientemente.
- Moratoria de un año en la ampliación de la lista estadounidense de entidades chinas sometidas a controles de exportación.
- Reactivación del marco de acuerdo sobre TikTok en Estados Unidos, retomando los avances logrados en las negociaciones celebradas en Madrid en septiembre.
Pekín, por su parte, suspenderá durante 12 meses la aplicación de sus restricciones a las tierras raras, mientras estudia nuevas fórmulas de cooperación tecnológica y comercial.
Reequilibrio económico y señales de distensión
La cita en Busán —la primera entre ambos líderes en seis años— tuvo una duración aproximada de 100 minutos y se desarrolló en un tono constructivo. Xi Jinping destacó la necesidad de evitar un “círculo vicioso de represalias mutuas”y subrayó que, pese a las diferencias estructurales, las relaciones entre Washington y Pekín “han permanecido estables en su conjunto”.
Trump, por su parte, anunció su intención de visitar China en abril, con el objetivo de consolidar los avances logrados y abrir nuevas vías de colaboración.
Implicaciones para las empresas y el comercio global
El acuerdo introduce un periodo de estabilidad temporal en la relación comercial entre ambas potencias, lo que podría aliviar la incertidumbre en los mercados internacionales y favorecer el flujo de materias primas estratégicas como las tierras raras, esenciales para la industria tecnológica, automotriz y energética.
Para las empresas europeas, especialmente aquellas integradas en cadenas de suministro globales, el pacto ofrece un margen de previsibilidad que podría traducirse en menor volatilidad de precios y disponibilidad de componentes.
Fuente | EL PAÍS
