Los profesionales piden modernizar la ordenanza municipal para poder llevar publicidad
La asociación Taxi Getxo ve «positivo» el arranque de las negociaciones iniciadas con el Ayuntamiento local, que les ha ofrecido ayudas económicas de 5.000 euros para la adquisición de coches eléctricos. «Se van dando pasos hacia adelante», comenta el presidente de Taxi Getxo, José Luis López, quien considera que «cualquier aportación es buena». La Corporación se ha comprometido a buscar una solución para que estas contribuciones municipales se sumen a las ofrecidas desde otras instancias, algo imposible en la actualidad. Con todo, aún hay muchas reservas a la hora de adquirir estos vehículos eléctricos por parte de los profesionales. Seis ya usan este tipo de automóviles en la actualidad.
El inicio de las conversaciones entre la agrupación del sector y la Corporación se considera positiva, aunque ha tardado en llegar. Pero López cree que hay que dar otros pasos añadidos, como «modificar la ordenanza municipal, que data de los 80 y actualizarla». Su interés es abrir la puerta a que así les permitan «colocar publicidad en los vehículos. Aportaría ingresos añadidos importantes».
La intención de los responsables municipales es cambiar la flota de taxis con vehículos eléctricos. Pero es algo que cuesta a quienes trabajan en el sector. Estos coches valen mucho más que los que funcionan con motor de combustibles fósiles, hay dudas sobre la duración de las baterías y algunos ya ni pueden rentabilizarlos al tener la jubilación a la vuelta de la esquina.
Javi Asporosa ya se ha decidido por uno eléctrico, pero también tiene dudas a largo plazo. «Por ahora estoy muy contento, pero es que tiene solo tiene dos meses». Asporosa reconoce que existe «incertidumbre con las baterías» y que hay un desconocimiento general sobre su duración porque no hay una referencia de rendimiento en el mercado a causa de sus ventas minoritarias.
Hay que tener en cuenta que las diferencias de kilometraje a la que someten estos profesionales a sus automóviles son importantes. «Si un conductor normal hace 10.000 kilómetros al año, nosotros hacemos 10.000 en dos meses, más o menos. A su auto, de marca Tesla, la batería le alcanza para todo el día con el trabajo que hay actualmente. «Unos 400 kilómetros como mínimo», aunque este profesional del volante pide que le pregunten por su opinión sobre el coche «dentro de tres años».
Asporosa considera «insuficiente» la ayuda ofrecida. «La propuesta del Ayuntamiento de Getxo es escasa en comparación con otros municipios como Bilbao, Basauri, Santander o Vitoria» opina este taxista, que se ha comprado un Tesla eléctrico «por 54.000 euros y ya vale 60.000 ahora».
«Estirar lo que tengo»
Julio Núñez admite que le toca «estirar lo que tengo (por su coche de motor de explosión). Cada vez que te pasas por la gasolinera en vez de rentabilizar el taxi lo que te pasa es al revés». Trabaja en la profesión desde el año 96 y se queja porque las instituciones quieren lograr sus objetivos sin tener en cuenta el coste para los profesionales: «A mí me fastidia. Es una imposición que nos meten con calzador (la del coche eléctrico). Como todas las embajadas en que nos meten…». Núñez considera imprescindible «tener un garaje con cargador», lo que no todos los taxistas disponen. Y es que ellos creen que las cargas rápidas en las electrolineras acortan la vida de las baterías.
«No estoy interesado en un eléctrico. Si compro ahora no puedo amortizarlo porque me queda poco para jubilarme», lanza Juan Tejero. Tan sólo trabajará tres años más para entrar en el colectivo de los pensionistas y duda también de que pueda vender o traspasar la parada en un sector sacudido por los recortes sanitarios por el covid, y que ha visto reducida su actividad respecto a la prepandemia.
El Correo