El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presentará el próximo 3 de diciembre de 2025 el Plan Auto 2030, una estrategia integral para transformar la industria automovilística española, impulsar la movilidad eléctrica y acelerar la descarbonización del transporte. El nuevo plan supone un giro de calado en el sistema de ayudas vigente, ya que modificará en profundidad el actual MOVES III.
Fin del rompecabezas autonómico: las ayudas pasan a ser estatales
Uno de los cambios más relevantes del Plan Auto 2030 será la recentralización de las ayudas a la compra de vehículos electrificados.
Hasta ahora, las subvenciones del MOVES se gestionaban a través de las comunidades autónomas, lo que ha provocado:
- Retrasos de meses en el cobro de las ayudas.
- Diferencias notables entre territorios en plazos y disponibilidad de fondos.
- Inseguridad para compradores, concesionarios y marcas.
Con el nuevo modelo:
- Será el Gobierno central quien gestione directamente las ayudas.
- Se constituirá un fondo nacional único, poniendo fin a las desigualdades territoriales.
El objetivo es agilizar los trámites, simplificar el acceso a las subvenciones y ofrecer un marco más estable al sector.
Descuento directo en el concesionario: el comprador no tendrá que adelantar el dinero
El cambio más palpable para el ciudadano llegará al comprar un coche eléctrico o híbrido enchufable.
El Plan Auto 2030 contempla que las ayudas:
- Se apliquen directamente en el punto de venta, como un descuento inmediato en la factura.
- El comprador no tenga que adelantar la cuantía subvencionada ni esperar después a que la Administración le ingrese el importe.
Esta fórmula pretende eliminar uno de los principales obstáculos del MOVES: la necesidad de desembolsar el precio completo y asumir meses de espera incierta hasta el cobro de la ayuda.
Un plan industrial: reforzar fábricas, baterías y empleo verde
El Plan Auto 2030 va más allá del incentivo a la demanda y se presenta también como una apuesta industrial estratégica:
- Apoyo a la reconversión de fábricas y proveedores hacia:
- Vehículos eléctricos e híbridos enchufables.
- Componentes de alto valor añadido (electrónica, sistemas de gestión de energía, software de control).
- Impulso a proyectos ligados a la fabricación de baterías y a la cadena de valor del vehículo eléctrico en España.
El Gobierno quiere que el país mantenga su posición como uno de los principales productores de automóviles de Europa, pero adaptado al nuevo escenario de neutralidad climática. La intención es consolidar empleo, atraer inversiones y reforzar la competitividad de las plantas españolas en un mercado global en plena transición.
Más puntos de recarga para evitar la “brecha eléctrica” entre territorios
Otra de las grandes líneas de actuación será la expansión y mejora de la infraestructura de recarga:
- Refuerzo de la red en:
- Corredores viarios de largo recorrido.
- Áreas metropolitanas y grandes ciudades.
- Zonas rurales y comarcas en transición, para evitar que la movilidad eléctrica se concentre solo en las grandes urbes.
- Simplificación de trámites administrativos y coordinación con comunidades y ayuntamientos para:
- Reducir plazos de permisos.
- Agilizar la conexión de nuevos puntos a la red.
El Gobierno considera que sin una red de recarga extendida y fiable, la adopción masiva del vehículo eléctrico seguiría limitada pese a las ayudas.
Hoja de ruta hasta 2030, pensando en 2035
El Plan Auto 2030 se alinea con los compromisos climáticos de la Unión Europea, que prevé que a partir de 2035 todos los coches nuevos que se vendan sean de cero emisiones.
En este contexto, el plan:
- Fija una estrategia a medio y largo plazo para ordenar la transición del sector.
- Incluye más de 25 medidas, que combinan:
- Incentivos a la compra.
- Programas de I+D.
- Colaboración público-privada.
- Apoyos específicos a pymes y flotas profesionales.
El objetivo es que la transformación no se haga a golpes de improvisación, sino bajo un marco estable que permita a la industria planificar inversiones y a los ciudadanos tomar decisiones con mayor seguridad.
Un reto de ejecución
El Plan Auto 2030 aspira a ser el gran catalizador de la movilidad eléctrica en España: más ayudas, mejor diseñadas; más puntos de recarga; y una industria reforzada ante los desafíos de la descarbonización.
Sin embargo, la clave estará en su implementación real: la rapidez administrativa, la claridad de las normas y la estabilidad regulatoria serán determinantes para saber si este ambicioso plan se traduce en más vehículos eléctricos en las calles, más empleo verde en las fábricas y un transporte más limpio para la próxima década.
