El sector del transporte está en alerta: la nueva normativa europea sobre derechos de emisión amenaza con encarecer el precio del combustible hasta 45 céntimos por litro, según estimaciones de los transportistas. La medida, que afectará tanto al transporte profesional como al uso particular, se prevé que desate una nueva ola inflacionaria.
¿Qué implica esta medida?
El cambio responde al nuevo régimen comercial de derechos de emisión que se aplicará progresivamente al transporte por carretera en España. Hasta ahora, sectores como la aviación o la industria ya estaban sujetos a estas obligaciones; cuando el transporte por carretera entre en el régimen, los distribuidores de combustible tendrán que asumir el coste extra de esos derechos, que se trasladará al consumidor final.
Este coste “invisible” encarecerá el combustible tanto para hogares como para empresas de transporte, sin las posibilidades de compensación que existen para el gasóleo profesional mediante devoluciones fiscales.
Un golpe duro para los transportistas
Desde la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) se advierte que el impacto será “brutal”. El sector opera con márgenes muy estrechos, por lo que será prácticamente inevitable trasladar el incremento a las tarifas que pagan clientes y usuarios.
El Banco de España también anticipa un efecto directo sobre el índice de precios al consumo (IPC) en 2027, estimando que la introducción de este nuevo coste podrá sumar siete décimas porcentuales al nivel general de precios.
Magnitud de la subida estimada
- Los transportistas calculan un sobrecoste de 25 a 45 céntimos por litro de combustible, lo que representa un aumento del 15 % al 30 % respecto a los precios actuales.
- Las distribuidoras estiman cifras más moderadas: entre 15 y 25 céntimos por litro.
- El impacto será sentido no solo por empresas de transporte de mercancías, sino también por el transporte de viajeros, los agricultores y los conductores particulares.
Efectos colaterales y retos
Uno de los principales riesgos es que el aumento de costes en el transporte se traslade en cadena a toda la economía: productos, servicios, fletes… todo podría encarecerse.
Además, el sector denunció que la nueva medida carece de mecanismos de compensación equiparables a los que existen para el gasóleo profesional, lo que deja a muchas empresas vulnerables.
También se espera que la medida presione aún más hacia la adopción de tecnologías menos contaminantes y de procesos más eficientes, ya que aplicar el “business as usual” será cada vez más caro.
Conclusión
La entrada del transporte por carretera al régimen de derechos de emisión representa un cambio estructural en los costes del sector. Las estimaciones apuntan a subidas muy notables en el precio del combustible en 2027, con efectos dominó sobre los precios al consumidor y el funcionamiento interno de las empresas. Para amortiguar el golpe, muchos en el sector esperan que el Gobierno implemente medidas de compensación o ayudas específicas para facilitar la transición.
Fuente | abc.es