Los fabricantes promueven los híbridos enchufables porque los bajos consumos registrados ayudan a reducir significativamente las cifras de emisiones de sus flotas
Los híbridos enchufables representan una tecnología peculiar: son complicados y costosos de fabricar, pero útiles para ciertos usuarios. No obstante, lo que ha impulsado su popularidad dentro de la industria automovilística no es solo su funcionalidad, sino su capacidad para influir en los cálculos de emisiones de CO₂.
En las pruebas de consumo de combustible, que incluyen el uso del motor eléctrico, los híbridos enchufables muestran cifras de consumo increíblemente bajas, especialmente en los SUV. Por ejemplo, el BMW XM, un vehículo de 2,7 toneladas con motor V8, se anuncia con un consumo de solo 1,9 litros por cada 100 kilómetros.
VALORES DE CONSUMO: ¿REALIDAD O ILUSIÓN?
Estas cifras de consumo aparentemente atractivas son, en muchos casos, irreales para el uso cotidiano. Los buenos resultados obtenidos en pruebas técnicas a menudo no se reflejan en la práctica diaria.
Los fabricantes promueven los híbridos enchufables porque los bajos consumos registrados ayudan a reducir significativamente las cifras de emisiones de sus flotas. Esto les permite continuar vendiendo motores de combustión interna con altos niveles de CO₂, compensando estos valores con las mediciones favorables de los híbridos enchufables. Sin embargo, esta estrategia no altera las emisiones reales y deja de lado otras alternativas más efectivas.
LOS HÍBRIDOS ENCHUFABLES CONSUMEN MÁS DE LO QUE PROMETEN
El Instituto Fraunhofer ha llevado a cabo estudios que demuestran que los híbridos enchufables, especialmente cuando se utilizan en entornos comerciales, consumen mucho más de lo que indican las especificaciones de los fabricantes.
A pesar de esto, estos vehículos son muy populares en las flotas comerciales debido a las ventajas fiscales que ofrecen. Aunque no son enormes, estas ventajas justifican el coste adicional de adquisición. Como más del 60% de los vehículos en Alemania se venden a empresas, y la autonomía eléctrica de los híbridos enchufables no se adapta al uso diario de estos conductores, estos vehículos contribuyen de manera significativa a las emisiones ocultas de CO₂.
LA UE TOMA CARTAS EN EL ASUNTO
La creatividad en los cálculos de la industria automovilística no ha pasado desapercibida para la Unión Europea. En respuesta, la UE ha decidido que el consumo de combustible de los híbridos enchufables debe recalcularse en condiciones de laboratorio para reflejar mejor su rendimiento en el mundo real.
Este cambio está relacionado con el llamado «factor de utilidad» de los vehículos, que mide cuán realistas son las cifras de consumo en la vida cotidiana. Así, se asignarán valores más precisos que reflejen el consumo real de estos coches.
NUEVAS NORMAS DE LA UE PARA LOS HÍBRIDOS ENCHUFABLES
La UE ha comenzado a ajustar gradualmente el factor de utilidad de los híbridos enchufables. Para que estos vehículos continúen siendo considerados eficientes a partir de 2026, deberán demostrar una autonomía eléctrica tres veces mayor que la actual.
Esto significa que la autonomía eléctrica del BMW XM, mencionada anteriormente, deberá aumentar de unos 80 kilómetros a 240 kilómetros. Para 2030, esta cifra deberá llegar a 320 kilómetros, momento en el cual la transición a un vehículo totalmente eléctrico sería más lógica.
Aunque algunos usuarios particulares pueden satisfacer sus necesidades diarias con la autonomía actual de 50 a 80 kilómetros de un híbrido enchufable, la cuestión que surge es: si se utiliza el modo eléctrico la mayor parte del tiempo, ¿por qué no optar directamente por un coche eléctrico?
EL FUTURO ES ELÉCTRICO
Las nuevas normativas que reflejan mejor las condiciones reales de conducción marcan el final para los híbridos enchufables. A medida que aumentan las emisiones de CO₂ declaradas, las ventajas fiscales que los hacían atractivos desaparecerán. Sin estos incentivos, queda claro que los híbridos enchufables no son ni una cosa ni la otra, y lo más importante: no son sostenibles.
Es el momento de enfocarse en lo que realmente importa. Los vehículos eléctricos son el futuro: más limpios, más eficientes, y cada vez más viables para el uso diario gracias a una infraestructura de recarga en constante mejora. La industria automovilística debe dejar de ofrecer soluciones a medias y concentrarse completamente en los coches eléctricos.
Hoy Aragón / Planeta Verde