El logro de la empresa H2FLY en realizar el primer vuelo de un avión impulsado con pilas de hidrógeno es un gran avance en la búsqueda de soluciones sostenibles y limpias para la industria aeronáutica. A través de su tecnología de propulsión eléctrica de hidrógeno y su sistema de almacenamiento criogénico, la empresa ha demostrado la viabilidad del hidrógeno líquido en este campo.
Los vuelos de prueba realizados han demostrado que el cambio de hidrógeno gaseoso a líquido aumentó el alcance del avión HY4 de 750 km a 1.500 km (de Madrid a Roma hay cerca de 1.400 km), lo que abre las puertas para el desarrollo de aviones comerciales de hidrógeno de mediano y largo alcance. Con su trabajo, H2FLY estaría dando un impulso a la descarbonización del sector del transporte aéreo.
En teoría esta es una buena noticia, pero para lograr la completa descarbonización de la industria aeronáutica se necesita del apoyo de todos los actores que hacen vida en el sector, también de los entes gubernamentales competentes. La tecnología de H2FLY es ciertamente prometedora, pero necesita más investigación y desarrollo para que sea una posibilidad real.
Las posibilidades del hidrógeno criogénico licuado
El uso de hidrógeno criogénico licuado sin duda puede ser una gran alternativa para el almacenamiento de hidrógeno, permitiendo mejorar el alcance y la carga útil de las aeronaves. El éxito del consorcio que fue creado por diferentes instituciones europeas demuestra el potencial del hidrógeno líquido en la aviación, y lo que supone para las metas que tiene la UE en cuanto a la descarbonización.
Las instituciones o entidades involucradas en este proyeecto son: el Centro Aeroespacial Alemán (DLR), Air Liquide, Pipistrel Vertical Solutions, EKPO Fuel Cell Technologies, la Fundación Ayesa y la Universidad de Ulm, entre otross. El proyecto también ha recibido financiamiento del proyecto HEAVEN y los Ministerios Federales de Digital y Transporte (BMVD), BMWK y Asuntos Económicos y Acción Climática (BMWK).
Al ver que hay tantas entidades en un proyecto como este, se puede comprobar que existe un compromiso de los sectores públicos y privados en la descarbonización de la aviación a través del uso de energías renovables. La alianza entre H2FLY y el Ministerio de Transporte de Baden-Württemberg es una noticia muy prometedora, ya que permitirá la financiación conjunta en la apertura del Centro de Aviación de Hidrógeno en el aeropuerto de Stuttgart en 2024.
La creación de este Centro se convierte en un punto focal para el futuro del sector de la aviación europea y su economía del hidrógeno. El aeropuerto de Stuttgart tiene las instalaciones adecuadas para la integración de aviones de pila de hidrógeno y la infraestructura necesaria para hacer que la tecnología de hidrógeno líquido sea viable en el sector de la aviación.
Diario Motor