El Ministro de Transportes y Logística de Etiopía, Alemu Sime, ha sorprendido al mundo al anunciar hace unas horas la puesta en marcha de un proyecto que supondrá la prohibición total de importación de coches con motor de combustión en el país, y solo permitirán la de coches eléctricos.
Según el Ministro durante la presentación del informe de ejecución del plan bianual ante el Comité Permanente de Infraestructuras Urbanas y Asuntos de Transporte de la Cámara de los Representantes de los Pueblos de Etiopía: “El gobierno ha decidido no importar automóviles de gasolina a Etiopía a menos que sean eléctricos. Etiopía, que no produce combustible pero lo importa del exterior utilizando grandes cantidades de divisas”.
Al mismo tiempo, el político ha recordado que Etiopía produce abundante electricidad renovable, con una hidroeléctrica que ocupa el 95,8% de su producción, y su coste es mucho menor que el de los combustibles. Aspectos a los que añade la cuestión de las emisiones, un grave problema en los países en vía de desarrollo donde el parque móvil es mucho más antiguo y contaminante que en Europa.
También ha abordado la cuestión clave de la infraestructura de recarga. Un dolor de cabeza para muchos usuarios en los mercados más desarrollados, y que es todo un reto en lugares donde la red apenas ha comenzado a desplegarse.
El Ministro ha indicado que están trabajando en desplegar una red de carga, aunque no ha dado detalles sobre esto, como tampoco sobre las fechas en las que se pondrá en marcha la prohibición de importación de coches con motor de combustión.
Una noticia realmente llamativa, que pone sobre la mesa que los países Africanos han visto el potencial de ahorro de los modelos eléctricos. Un ahorro que puede tener un impacto positivo en la economía local, de los ciudadanos, y que es el camino para unas ciudades menos contaminada y con mejor calidad de vida para sus residentes y turistas.
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