Europa fusiona a sus dos míticos fabricantes de coches. Es la última oportunidad que tiene de derrotar a China. Hace un largo tiempo que China y Occidente entraron en guerra por la mayordomía del coche eléctrico. El país asiático se ha convertido en poco tiempo en la gran referencia industrial y comercial de las piezas eléctricas, específicamente en lo que tiene que ver con la investigación tecnológica de baterías y carga.
La tecnología de carga es un aspecto clave y cada vez toma mayor importancia a medida que crece el mercado del coche eléctrico. En este contexto, la compañía de análisis de mercado alemana Grünecker ha realizado una extensa evaluación de solicitudes de patentes. Estudiaron tanto el número de solicitudes iniciales de patentes anuales como su tipo. Los números resultantes muestran que una de cada dos solicitudes de patente en el sector de la electromovilidad está vinculado con la optimización de baterías y la ampliación de estaciones de carga.
Actualmente, China está efectuando una considerable inversión para convertirse en líder de la nueva producción eléctrica, como ya lo ha logrado con la energía fotovoltaica y eólica. El gobierno está otorgando ayudas públicas masivas a la industria automotriz, permitiendo a sus grupos avanzar rápido en el desarrollo de sistemas y proporcionar un ambiente de ventaja competitiva. De esta manera, está dejando atrás a Europa en la guerra de patentes del coche electrificado.
Volkswagen (compañía alemana) y Renault (firma francesa) establecen una alianza para lanzar el coche eléctrico ID.1 por menos de 20.000 euros. Un tercer socio podría aparecer para afianzar este pacto contra el mercado chino. Volkswagen buscaba un socio estratégico de cara a la presentación de su coche eléctrico ID.1 por menos de 20.000 euros y Renault ya barajaba una propuesta que quedó plasmada en el prototipo de Twingo Legend.
Con esta sinergia de ideas, el fabricante galo se tornó como el mejor aliado para el grupo alemán. Ambos tienen una lucha común contra el rival más fuerte: China. Los bajos precios que ostentan sus piezas están dinamitando las firmas europeas y solo una alianza de estas características podía aplacarla.
Según informó La Tribuna de Automoción en marzo de este año, el estado de las negociaciones entre ambas compañías está llegando prácticamente al final. Un detalle crucial que queda por definir es si el futuro modelo eléctrico a un precio por debajo de 20.000 euros será creado en la planta que Renault tiene en Eslovenia o si un tercer socio hará su aparición.
La primera opción sería recurrir a las instalaciones en las que Renault ya desarrolla el Twingo y parte de la producción del Clio. Si optaran por involucrar a un tercer acto en la escena, existen varias firmas posibles. Por ahora, el prototipo Renault Twingo Legend, ya presentado al público y que reemplazará al que se vende en la actualidad, se materializaría en la fábrica de Eslovenia.
Europa juega su última carta para acabar con China
El acuerdo se concentraría por medio de la división Ampere, perteneciente a la firma gala y dedicada en exclusiva a vehículos 100% eléctricos. La nueva producción del Twingo comenzaría su fabricación en 2026, y en el caso de la pieza de Volkswagen, seguiría sus pasos en 2027. El medio ya nombrado menciona que existe la posibilidad de que el coche eléctrico fruto de la colaboración entre las dos empresas de Europa solo llegue con el logo de Volkswagen, sin posibilidad de compartirlo con otras marcas del grupo, aunque Skoda y SEAT habrían expuesto su interés en formar parte del proyecto.
Europa fusiona a estos dos míticos fabricantes de coches, una alianza que podría significar su última oportunidad para derrotar a China. Mientras se concreta esta unión, China avisa sobre las consecuencias de los aranceles de la UE para sus coches eléctricos.
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