Hacienda podrá recaudar hasta 2.400 millones de euros más con la subida del tipo general en el diésel

El Gobierno ha terminado retirando el llamado impuestazo a las energéticas, pero el resto de planes fiscales han proseguido su curso. Entre ellos, se incluyen las enmiendas a la ley que regula la tasa global mínima en el Impuesto de Sociedades, en la que se ha recogido también una subida del tipo general en el diésel. De esta manera, la propuesta legislativa prevé elevar el tipo general de este hidrocarburo de 0,307 euros por litro a 0,40069 euros/litro, lo que se traduce en una subida de 9,37 céntimos por litro. Ya que el IVA se aplica sobre el precio total, impuesto especial de hidrocarburos incluido, la subida será mayor, de 11,33 céntimos el litro.

Con estos mimbres, Hacienda podrá recaudar hasta 2.400 millones de euros más si consigue sacar adelante la norma, mientras que los transportistas y autónomos se han puesto en guardia ante el peligro de encarecimiento del transporte, que para los pequeños transportistas puede elevarse a 150 millones.

Según los datos de la Agencia Tributaria, el año pasado el consumo de gasóleo de automoción sujeto a tributación se situó en los 21.448 millones de litros. El Boletín Petrolero de la UE establece un precio medio del diésel en 1,56 euros/litro (los últimos datos de octubre lo colocan en 1,32 euros/litro), por lo que la factura de recarga de combustible en España rondó los 33.458 millones de euros.

De implementarse la subida de 11,33 céntimos, el precio de la gasolina rondaría los 1,67 euros/litro, o lo que es lo mismo, un gasto de 35.888 millones, una diferencia de 2.430 millones de euros más con la hipotética subida que recaudaría Hacienda.

Un país de gasoil

El diésel de automoción tiene un consumo tres veces superior al de la gasolina (cuyo uso rondó los 6.729 millones de litros el año pasado, según los datos de la AEAT). Esto se debe a que el parque automovilístico español mayoritariamente usa diésel. Según los últimos datos disponibles de la Dirección General de Tráfico (DGT) el 51% de los turismos estaban impulsados por diésel, una proporción que incrementa al 83% en el caso de las furgonetas y al 96% en el de los camiones.

La enmienda que ha pasado el Congreso de los Diputados no incluye el transporte profesional, que disfruta de una bonificación a final de año de parte de los pagos en combustibles que realizan.

No obstante, desde la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (FENADISMER) calculan que aproximadamente un tercio de la flota de transporte por carretera, 130.000 vehículos que no son de grandes dimensiones, corre riesgo de encarecer su factura por encima de los 1.000 euros por transporte, lo que supone un impacto de entre 120 millones y 150 millones al año solo con la potencial subida de en torno al 6% o 7% que plantea el Ejecutivo con los precios actuales.

Por otro lado, Juan José Gil, secretario general de FENADISMER, asegura que aunque los vehículos de grandes dimensiones sí están cubiertos, la subida implicará una merma a la caja de los camioneros, ya que son ellos quienes deben adelantar los fondos antes de recibir las bonificaciones de la Administración.

En esta misma línea también se ha expresado el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, que ha criticado la posible subida al “impactar de manera directa a 500.000 autónomos”: “Es un sablazo fiscal a los autónomos. Hay muchos sectores que no están bonificados y que van a tener que asumir la subida de costes directamente”. Además, el presidente de la asociación de autónomos ha ironizado con el gravamen al comentar que “no es precisamente un impuesto a los ricos”.

Cajón de sastre

El Gobierno se vio forzado a retirar el impuesto extraordinario a las empresas energéticas, que vencía el próximo 31 de diciembre, por falta de apoyos, pero consiguió pactar con Junts y PNV mantener el de la banca, pero también incluyó otras subidas fiscales que afectan al diésel, a los vapeadores y al tabaco o a los grandes ahorradores.

No era la primera vez que el Ejecutivo trata de incluir la subida al diésel. El Gobierno ya intentó equiparar la fiscalidad del diésel y la gasolina, como reclama Bruselas, pero la medida fue rechazada por la oposición del PNV.

El argumento para defender esta subida fiscal es combatir la contaminación que provoca el diésel, ya que una imposición más elevada lo encarecería y, por lo tanto, desincentivaría su uso.

El parque se mantiene diésel

El parque automovilístico español usa mayoritariamente el diésel y representaba hace diez años, en 2014, cerca del 70% de las nuevas matriculaciones, una tendencia que ha ido tornándose en favor de los vehículos de gasolina e híbridos en los últimos años, que ha reducido su cuota de nuevas matriculaciones por debajo del 10%, según los datos de septiembre de las patronales automovilísticas.

Con datos de septiembre, las matriculaciones de los eléctricos, híbridos y otras propulsiones fueron del 59%, mientras que la gasolina se ubicó en el 32,1%.

ElEconomista

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