El fabricante chino Eve Energy ha dado un paso decisivo en la carrera por las baterías de estado sólido con la apertura de una planta de producción en Chengdu. De sus líneas ya ha salido la primera celda Longquan II, un acumulador de 10 Ah que alcanza hasta 300 Wh/kg de densidad gravimétrica y 700 Wh/L de densidad volumétrica.
La nueva instalación alcanzará una producción anual de 500.000 celdas una vez esté plenamente operativa. En una primera fase, que concluirá en diciembre de 2025, se fabricarán baterías de 60 Ah; mientras que la segunda etapa, prevista para diciembre de 2026, elevará la capacidad a 100 MWh anuales.
Estas baterías estarán destinadas inicialmente a robots, drones de baja altitud y equipos de inteligencia artificial, aunque la compañía ya ha confirmado su ambición de trasladar la tecnología al sector de la automoción. El objetivo es ambicioso: alcanzar a finales de 2025 los 400 Wh/kg y 1.000 Wh/L, una mejora notable frente a las químicas actuales que rara vez superan los 270 Wh/kg.
La gama Longquan explorará diferentes vías tecnológicas, con electrolitos sólidos de sulfuro y haluro, que en teoría ofrecen mayor estabilidad, seguridad y densidad energética que las baterías tradicionales de electrolito líquido.
Aunque el anuncio se centra en aplicaciones industriales y aéreas, Eve Energy ya adelantó que en 2026 planea lanzar sus primeras baterías de estado sólido para coches eléctricos. De cumplirse, supondría uno de los primeros despliegues masivos de esta tecnología.
El movimiento es también un mensaje estratégico: China no solo pisa fuerte en el presente de las baterías, sino que acelera sus inversiones para dominar también el futuro del electrolito sólido.
Fuente | forococheselectricos.com