En 2016 la DGT clasificó los coches en función de sus emisiones en cuatro categorías, habían nacido los coches sin etiqueta, los B, los C, los Eco y los Cero. Entonces nadie pensaba que esa clasificación tendría la trascendencia que ha adquirido, pues está limitando la circulación y enviando al desguace a miles de coches.
En aquel momento la DGT pensó que lo mejor era clasificarlos en función del año de matriculación, lo que quiere decir que la pegatina B se la dieron a los vehículos gasolina matriculados desde 2001 y los diésel desde 2006.
Un error de bulto
El problema es que se cometía un error que en aquel momento la DGT pasó por alto, pues muchos de los coches matriculados a partir de esas fechas cumplían la norma Euro IV de emisiones que marca la frontera de emisiones.
Tiempo después y tras las quejas de miles de conductores la DGT estableció un procedimiento para arreglar este problema y dar la pegatina C a miles de coches que habían sido identificados como B.
¿Cómo hacerlo?
Lo primero es saber si el coche en cuestión cumple las emisiones establecidas por la Euro IV.
En este caso hay que verificar en los papeles del coche si aparece que cumple Euro IV, con lo cual ya estaría solucionado. Todo depende de la homologación que aparezca en la ficha técnica y que en algunos coches está indicado junto al número de bastidor.
Para estar completamente seguros y seguir con el procedimiento debemos ir al concesionario de la marca y pedir el certificado de emisiones del coche con los papeles del vehículo. Este trámite cuesta entre 90 y los 120 euros en función de la marca, que deberemos pagar nosotros una vez que recibimos el certificado de que cumple. En caso de no cumplir Euro IV, al no recibir certificado no tenemos que pagar nada.
El paso final
Posteriormente con ese mismo certificado debemos acudir a la DGT pidiendo cita precia para solicitar un cambio de etiqueta.
En este caso tendremos que abonar una tasa de nueve euros y rellenar un par de impresos relativos al cambio. Con ello ya tendremos nuestra nueva pegatina para pegarla en el coche, que estará disponible por seis euros una semana después.
El Debate
