La Dirección General de Tráfico llegó a valorar una prórroga en la implantación obligatoria de la baliza V16 conectada, pero finalmente ha optado por mantener el calendario previsto. Así lo ha reconocido el director general de la DGT, Pere Navarro, quien ha admitido que se estudió desplazar la fecha límite hasta el 31 de julio, coincidiendo con el inicio de la gran operación salida del verano, aunque la opción fue descartada tras un análisis interno.
La reflexión surgió ante la preocupación por el grado de adopción del nuevo dispositivo entre los conductores. La baliza V16 conectada sustituirá de forma definitiva a los tradicionales triángulos de emergencia y no solo emite una señal luminosa, sino que transmite la localización del vehículo detenido a la plataforma DGT 3.0, permitiendo avisos en tiempo real a otros usuarios de la vía y a los servicios de gestión del tráfico.
Según ha explicado Navarro, la experiencia demuestra que ampliar los plazos no garantiza una mayor implantación, sino que suele provocar un simple desplazamiento del problema. A juicio del máximo responsable de Tráfico, un retraso hasta finales de julio habría supuesto afrontar el mismo escenario de falta de previsión, pero en el momento de mayor intensidad de desplazamientos del año.
La DGT sostiene que mantener la fecha fijada es clave para acelerar la renovación del parque móvil y evitar situaciones de riesgo que se siguen produciendo cuando los conductores descienden del vehículo para colocar los triángulos en el arcén. Precisamente, la razón de ser de la baliza V16 es reducir los atropellos en vías de alta capacidad, ya que puede colocarse desde el interior del coche, sin exponerse al tráfico.
Desde el organismo también se apunta a que el mercado ya ofrece una amplia disponibilidad de dispositivos homologados y que los precios se han normalizado, superando las dificultades iniciales de suministro. Además, la infraestructura tecnológica que da soporte a estas balizas ya se encuentra plenamente operativa, lo que permite integrar los avisos en tiempo real dentro del ecosistema digital de la red viaria.
Tráfico considera que un nuevo aplazamiento supondría frenar la digitalización de la seguridad vial, un proceso en el que España se ha situado a la vanguardia europea y que resulta clave para mejorar la respuesta ante incidencias y reducir la siniestralidad.
Con esta decisión, la DGT lanza un mensaje claro a los conductores: no habrá concesiones de última hora. La baliza V16 conectada será obligatoria según lo previsto y el periodo de convivencia con los triángulos tradicionales entra en su recta final. Para la Administración, la prioridad es inequívoca: avanzar en seguridad vial aunque ello implique un cambio de hábitos que aún genera reticencias entre parte de los usuarios.
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