De acuerdo con la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), estas son dos de las consecuencias más perjudiciales para el ecosistema industrial, tecnológico y de servicios de la movilidad eléctrica.
El hecho de que el llamado Plan Moves esté parado desde el pasado 22 de enero implica efectos negativos para parte del tejido empresarial español. Hay quienes hacen cálculos que realmente dejan sin aliento en cuanto se observan los datos, como los de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE). Según esta organización, el ecosistema que forman las compañías involucradas en la iniciativa (industrial, tecnológico y de servicios de la movilidad eléctrica) acumula, desde la fecha citada, pérdidas mensuales de facturación y empleo por valor de más de 500 millones de euros y despidos de 260 empleados al menos.
AEDIVE asegura que esos cálculos los ha hecho teniendo en cuenta la información dada por el conjunto de empresas, la pérdida media de ventas e ingresos mensuales correspondientes a los EV y la inversión mensual que se suele hacer de media en la instalación de infraestructuras de recarga y en la fabricación nacional de los puntos de carga. Como consecuencia, desde la asociación señalan que algunas compañías del sector se plantean hacer ERTEs para afrontar el crecimiento de plantilla planificado para dar respuesta a un escenario muy favorable al coche eléctrico este año, con la entrada en vigor de la normativa CAFE y el buen inicio de año con las matriculaciones.
Un plan nacional y consenso político
Las solicitudes de los actores involucrados giran en torno a una respuesta coordinada y resolutiva por parte de las autoridades. Por un lado, el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), Josep María Recasens, ha subrayado la necesidad de un ‘plan para liderar la carrera tecnológica utilizando el sector del automóvil como palanca’, un plan que involucre a otros sectores (energético, financiero, seguros) y que ha descrito como ‘un plan nacional’, que debe ser ‘sostenible a largo plazo y nos permita posicionar a España en el liderazgo tecnológico’, durante su intervención en la quinta edición del Foro ANFAC.
En la misma línea se expresó el director general de esta organización, José López-Tafall, quien compartió una opinión similar al afirmar que nuestro país necesita una estrategia propia con el vehículo eléctrico como ‘motor de crecimiento, la descarbonización como objetivo y la competitividad como camino’, y un plan de acción para 2025 con incentivos para ciudadanos y empresas, que haga la compra más accesible y la fiscalidad más atractiva para ambas partes.
Fuente | lasexta.com