La fiabilidad no es uno de los problemas de los coches eléctricos tal y como demuestra un estudio internacional

Los escépticos de la movilidad eléctrica tienen en la durabilidad de las baterías uno de sus principales mantras. Un estudio demuestra que la fiabilidad no supone ningún problema

A lo largo de los últimos años hemos visto una gran y notable evolución en la tecnología que rodea al coche eléctrico. Entre los primeros modelos que surgieron antes de la década del 2010 y los modelos actuales se sitúan varias generaciones de motores, alimentadores y baterías. La evolución no sólo se ha centrado en poder llegar más lejos, también en ofrecer una gran seguridad a los clientes. La fiabilidad no es uno de los problemas de los coches eléctricos tal y como demuestra un estudio internacional. Sólo el 2,5% de las baterías empleadas en coches eléctricos han tenido que ser cambiadas.

No cabe duda que la batería es el elemento de un coche eléctrico que recibe más críticas, aunque también hay que reconocer que es la parte más importante. Sobre ella giran muchas teorías, algunas de ellas ciertas y otras no tanto. Los retractores de la movilidad eléctrica suelen centrar en la pila la mayoría de sus críticas. Poca autonomía, mucho peso y poca fiabilidad son los principales argumentos que exponen. Los negacionistas aseguran que muchos coches eléctricos tienen que cambiar su batería a lo largo del ciclo de vida, pero tal y como ha descubierto Recurrent, es un problema muy residual.

Cuanto más antiguo sea un coche eléctrico más posibilidades de cambio hay

Tras consultar con más de 20.000 clientes de vehículos eléctricos, la consultoría ha descubierto que el promedio de reemplazo de la batería es de 2,5%. Si bien es cierto que la cifra se ha incrementado con respecto a un estudio pasado, el informe detalla claramente que el problema se hace más notable en función de la edad del vehículo. Los primeros coches eléctricos, anteriores al 2015, muestran una tasa de cambio de hasta el 13%, mientras que el porcentaje cae hasta el 1% cuando hablamos de vehículos posteriores a dicha cifra. Los modelos más antiguos del estudio databan de 2011, en cuyo caso, el 33% de ellos había exigido un cambio de batería.

El informe también reconoce que los módulos de las baterías han incrementado notablemente su capacidad, un 122% entre 2015 y 2022. Eso quiere decir que si bien los coches más modernos tienen más autonomía que perder, sus baterías durarán mucho más dado el amplio margen que ofrecen. El estudio asegura que el tamaño de los paquetes no crecerá tanto en los próximos años. La industria parece haber fijado el margen en el límite de los 100 kWh de capacidad, aunque algunos fabricantes apuestan por formatos superiores. La ansiedad por el rango cada vez es menor y los coches actuales ya ofrecen autonomías con las que poder viajar sin problemas.

El cambio de batería es uno de los mayores miedos a los que se enfrentan los usuarios de coches eléctricos. Es la pieza más cara de todas y en algunos casos la factura puede llegar a los 20.000 euros. Esto también supone un problema a la hora de asegurar un vehículo eléctrico. Las aseguradoras elevan las tarifas con la firme defensa del elevado coste de cambio de batería. Estudios como el ahora publicado desmienten esa teoría, aunque sí es posible que se produzcan daños por otras cuestiones como accidentes o impactos. Lo que sí está claro es que la durabilidad natural no supone ningún problema. La degradación de una batería es mucho menor en las pilas más modernas.

Híbridos y eléctricos

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Publicaciones relacionadas

Comienza escribiendo tu búsqueda y pulsa enter para buscar. Presiona ESC para cancelar.

Volver arriba