La subida del diésel afectará especialmente a las personas que tienen una menor renta

El Gobierno sigue ultimando una de las medidas con las que pretende dar la bienvenida al 2025 a los españoles, que no es otra que la subida del Impuesto especial sobre los Hidrocarburos, a través de una ley que encarecerá en torno a 10 céntimos el litro de gasóleo. Es decir, si el precio medio del diésel actualmente ronda los 1,438 euros por litro, con esta nueva subida el precio pasaría a situarse por encima del euro y medio, con 1,538 euros por litro de gasóleo. De esta manera, el Estado espera recaudar aproximadamente 1.400 millones de euros al año. No obstante, y a pesar de que el Gobierno se jacta de estar con los más pobres y las clases más desfavorecidas, este es un impuesto de carácter regresivo y que afecta más especialmente a las personas que tienen una menor renta, algo que vamos a explicar a continuación.

De acuerdo con un reciente trabajo de Funcaspublicado el pasado 2 de diciembre, podemos responder a más cuestiones acerca del consumo de diésel en España. Para empezar, tenemos que las familias españolas sólo son responsables de la mitad de consumo de gasoil, atribuyéndose el 50,6% de todo el consumo de diésel en España en el año 2022. Por tanto, el resto del consumo de este combustible sería atribuible a las actividades económicas que se realizan en nuestro país, y que pueden obtener distintas exenciones y beneficios fiscales.

Por otro lado, utilizando los microdatos de la “Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF)” se puede ver que, en 2023, menos de la mitad de los hogares españoles compraron gasoil, el 45,4% del total de hogares (menos de 6 millones de hogares). Con lo que se demuestra que este impuesto especial al diésel no recae sobre todos los hogares ni sobre los más de 13 millones de turismos de diésel que hay en nuestro país.

Ahora bien, si hemos mencionado que no todos los hogares consumen diésel, ¿cómo se reparte el consumo de gasóleo según el nivel de renta de dichos hogares? Aquí lo vemos:

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En el gráfico que tenemos arriba podemos ver claramente como el consumo de diésel es mucho mayor en hogares ubicados entre el percentil 20 (el 20% más pobre de España) que el consumo de diésel en hogares pertenecientes al percentil ubicado en el 40% superior (entre el percentil 60 y 100). Es decir, los hogares que tienen una renta inferior a la mediana (el percentil 50) tienen más probabilidad de consumir diésel y, por tanto, de que les afecte más el impuesto al diésel que a los hogares ubicados por encima de la mediana. La diferencia es más que notable, pues el 90% de los hogares urbanos ubicados en el percentil 5 hacen uso del diésel, mientras que apenas un 52,97% de los hogares urbanos del percentil 95 hace uso de este.

Un impuesto que castiga 5 veces más a los hogares más pobres

Acabamos de ver como los hogares más pobres tienen una mayor probabilidad de consumir diésel, pero ¿cuánto porcentaje de la renta de cada familia supone el pago del impuesto especial sobre el gasóleo que consume? Aquí lo podemos ver:

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Tal y como nos muestra este gráfico, dicho impuesto afecta de manera más destacada a las familias ubicadas en las rentas más bajas, y va descendiendo conforme va aumentando la renta. Así pues, vemos que el pago de este impuesto supone el 5,54% de la renta de una familia perteneciente al percentil 5 (renta muy baja), mientras que sólo supone un 1,72% de toda la renta de un hogar ubicado en el percentil 95 (renta muy alta). Con lo cual, es un impuesto que castiga hasta 5 veces más a los hogares más pobres en comparación con los hogares más ricos.

En conclusión, de cumplirse todo de esta manera, el Gobierno pretendería ingresar hasta 1.400 millones de euros más por el diésel a costa de asfixiar aún más a los hogares españoles, y especialmente a aquellos ubicados entre el 40% más pobre. Esto contrasta con el discurso del Gobierno del PSOE y Sumar, que dicen estar muy comprometidos con los pobres y con los menos pudientes.

Sin embargo, a estas alturas de la legislatura de Pedro Sánchez hemos visto ya muchas veces como se ha dicho que no se le iban a subir los impuestos ni a las clases medias ni a las clases trabajadoras, como dijo María Jesús Montero, y posteriormente comprobamos como sí le subían los impuestos tanto a las clases medias como a las clases trabajadoras. Sólo queda por ver hasta qué punto aguantarán los hogares españoles tantas subidas de impuestos.

Libre Mercado

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