La futura política climática de la Unión Europea vuelve a situar a los vehículos de combustión en el centro del debate. Mientras se filtra que Bruselas podría flexibilizar parcialmente la prohibición de venta de coches nuevos de combustión a partir de 2035, permitiendo su comercialización si funcionan con biocombustibles avanzados o e-fuels, fuentes alemanas confirman que la Comisión trabaja en un plan paralelo mucho más inmediato: una restricción temprana para los coches diésel y gasolina destinados a flotas de empresa, leasing y alquiler.
Se trata de dos informaciones aparentemente contradictorias, pero plenamente compatibles dentro de la estrategia climática del bloque: permitir cierto margen tecnológico al consumidor privado, pero acelerar la electrificación de los canales que más volumen de vehículos generan.
Flotas y rent-a-car: los primeros en la lista de prohibiciones
Según ha publicado el diario alemán Handelsblatt, la Comisión Europea prepara una regulación que permitirá a los particulares seguir comprando coches de combustión durante los próximos años, pero que impedirá hacerlo a empresas, gestores de flotas y compañías de alquiler.
Los plazos que maneja Bruselas son tan ambiciosos como contundentes:
- Para 2027, uno de cada dos coches de empresa deberá ser eléctrico.
- En 2030, la electrificación deberá alcanzar a nueve de cada diez vehículos en estos canales.
De confirmarse, esta hoja de ruta implicaría un salto eléctrico fulminante en el sector empresarial, compensando así la flexibilización prevista para el mercado privado.
No es la primera vez que se desvela esta intención regulatoria. El Bild am Sonntag ya adelantó en julio que la Comisión trabaja junto al Parlamento y al Consejo Europeo en la prohibición total de motores de combustión para flotas y alquiler a partir de 2030.
El dato clave: estos dos canales representan el 60% de las ventas de coches nuevos
El impacto sería enorme. En la Unión Europea, los vehículos de flota, entre empresas y alquiler, suponen el 60% de todas las matriculaciones de coches nuevos.
Durante 2024, en el conjunto del mercado europeo se vendieron 10,6 millones de vehículos, gran parte de ellos empujados por el sector corporativo y turístico, mientras que los particulares continúan decantándose por el mercado de ocasión (en España, por cada coche nuevo se venden tres usados).
Precisamente por esta influencia, Bruselas considera estratégica una regulación rápida en estos canales: son los vehículos que, tras sus primeros años de servicio, alimentan el mercado de segunda mano, donde los consumidores privados acceden mayoritariamente a la movilidad. Si las flotas se electrifican ahora, el mercado de ocasión también lo hará dentro de pocos años.
Críticas desde Alemania y el sector del alquiler
Las primeras reacciones no han tardado en llegar. Markus Ferber, eurodiputado de la CSU, ha reclamado directamente a Ursula von der Leyen que retire la propuesta por el impacto que podría tener en la actividad empresarial.
Desde el sector del alquiler, el director general de Sixt advierte que la medida podría afectar al turismo por la insuficiente disponibilidad de puntos de recarga en varios países europeos.
Sin embargo, para la Comisión Europea la prioridad es clara: si los vehículos de flota continúan renovándose mayoritariamente con motores diésel y gasolina, la transición energética del parque privado se ralentizará durante décadas.
En espera del anuncio oficial
El calendario inicial situaba la comunicación de esta nueva normativa el 10 de diciembre, aunque varias fuentes apuntan a un posible retraso de semanas debido a la fuerte presión política que rodea cualquier decisión relacionada con la combustión.
En conjunto, estos movimientos muestran el nuevo enfoque comunitario:
- Flexibilizar la transición del consumidor privado, pero endurecer las exigencias para los canales de mayor impacto climático, con el fin de avanzar hacia la descarbonización del transporte sin comprometer la competitividad industrial.
Cuando la Comisión haga pública su decisión, Europa podría entrar de lleno en la transformación más profunda de su mercado automovilístico desde la aparición del motor de combustión hace más de un siglo.
Fuente | autopista.es
