El pasado mes de octubre Europa confirmaba en una votación la puesta en marcha de los vergonzosos aranceles a los coches eléctricos que llegan de China. No a los modelos de combustión ni a los híbridos, pero si a los eléctricos. Algo que tendrá graves consecuencias en la ralentización de la adopción del coche eléctrico y la reducción de emisiones, pero también en el flujo de inversiones de China en el continente. Y el primero en sufrirlo será Polonia.
Hace unos días conocíamos el aviso lanzado por el gobierno de China a sus marcas para que frenasen las inversiones previstas en Europa, que buscaban localizar la producción en el continente para reducir costes, poder acceder a ayudas públicas y aumentar producción.
También son una forma de sortear turbulencias geopolíticas, como las que estamos viviendo con la guerra comercial entre Estados Unidos y China, y que ahora amenaza con extenderse a Europa.
China corta el grifo a los que votaron por los aranceles
Esta semana hemos conocido la decisión de Leapmotor de paralizar las inversiones previstas en la planta de Stellantis en Tychy, Polonia.
Este se debe al parecer por el apoyo del gobierno de Varsovia a la entrada en vigor de los aranceles, visto como una traición por China, que ha decidido castigar a los polacos. Algo que supondrá que el Leapmotor T03 si realizará su ensamblaje en la fábrica, pero se congela la producción de los nuevos modelos que estaba previsto iniciasen su fabricación en los próximos meses.
Como recordamos, en la votación de los nuevos aranceles entre los 27 miembros de la UE, esta propuesta recibió 10 votos a favor, 5 en contra y 12 abstenciones. España, inicialmente a favor, finalmente se ha abstenido a pesar de las duras críticas a la medida expresadas recientemente por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, durante su reciente visita a China.
Alemania, Eslovaquia, Eslovenia y Hungría votaron en contra, España, Portugal, Austria, República Checa, Bélgica, Suecia, Finlandia, Croacia, Grecia, Chipre y Rumanía se abstuvieron, mientras que Francia, Italia, Irlanda, Dinamarca, Lituana, Letonia, Estonia, Bulgaria, Polonia y Países Bajos, votaron a favor de los aranceles.
Esto podría tener importantes repercusiones para alguno de los principales rivales de España para acoger inversiones de los grupos chinos, cuya posición provocaría que los chinos viesen en nuestro país un lugar mucho más atractivo por su bajo coste de la energía, gracias a la apuesta por las energías renovables, y ahora por su posición política sobre los aranceles.
Por su parte, Alemania se enfrenta a elevados costes energéticos por el corte del gas ruso y la falta de perspectivas de su recuperación, mientras que Francia e Italia se han dado un tiro en el pie apostando por los aranceles, que seguramente les quite de la lista de nuevas inversiones de China.
Fuente: Motor.es y forococheseléctricos