La Generalitat de Cataluña avanza en la aplicación de su plan de calidad del aire y limitará el acceso de los vehículos con distintivo ambiental B a las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) a partir de 2026. La medida forma parte del Plan de calidad del aire horizonte 2027, que busca reducir los niveles de contaminación, aunque desde la Asociación Española del Automóvil Ecológico (AEAE) advierten que estas decisiones deben acompañarse de una planificación realista que no penalice injustamente a los ciudadanos ni al sector del transporte.
Restricciones progresivas hasta 2028
Según el documento aprobado por la Generalitat, antes del 1 de enero de 2026 los vehículos diésel con etiqueta B no podrán acceder a las ZBE en episodios de contaminación elevados, y antes de 2028 la restricción se ampliará a todos los vehículos con dicho distintivo. Esta limitación afectará especialmente a los municipios con más de 50.000 habitantes y a aquellos que superen los niveles legales de dióxido de nitrógeno (NO₂).
La normativa se enmarca dentro de la Ley 7/2021 de Cambio Climático y Transición Energética, que obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes —y a los de más de 20.000 si superan los valores límite de contaminación— a implementar Zonas de Bajas Emisiones. En Cataluña, esta política ya se aplica en el área metropolitana de Barcelona y se extenderá próximamente a otras localidades.
Qué vehículos se verán afectados
La etiqueta B, de color amarillo, identifica a los turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados a partir de 2001 y a los diésel desde 2006, además de los vehículos pesados o de más de ocho plazas matriculados desde ese mismo año. Aunque actualmente pueden circular por la mayoría de ZBE, su acceso se restringirá progresivamente hasta quedar prohibido en 2028.
El Real Automóvil Club de España (RACE) recuerda que algunas ciudades ya aplican limitaciones. En Madrid, los vehículos con etiqueta B solo pueden acceder al centro si estacionan en un aparcamiento público; en Bilbao sufren restricciones horarias, y en Palma y Málaga se prevén prohibiciones totales a partir de 2027.
La postura de la AEAE
Desde la Asociación Española del Automóvil Ecológico defienden que la transición hacia una movilidad limpia debe ser “ordenada, accesible y justa”. Si bien apoyan las medidas para mejorar la calidad del aire, consideran que las restricciones deben acompañarse de alternativas reales para los conductores, como planes de renovación del parque automovilístico, incentivos para la electrificación y una red de recarga suficiente.
“La sostenibilidad no puede construirse sobre la penalización continua al ciudadano medio”, subraya la AEAE. “Es necesario equilibrar el compromiso ambiental con la viabilidad económica de quienes aún dependen de su vehículo para trabajar o desplazarse”.
Con la entrada en vigor de estas medidas, Cataluña se convierte en una de las regiones más restrictivas en materia de movilidad urbana, marcando un precedente que podría extenderse al resto del país en los próximos años.
Fuente | Libertad Digital
