La cuenta atrás ha comenzado. En poco más de dos semanas, más de 300.000 vehículos quedarán automáticamente fuera de circulación en Madrid por no disponer de distintivo ambiental. A partir del 1 de enero, los coches sin etiqueta ya no podrán circular por ninguna calle de la capital, una restricción que marca un punto de inflexión en la implantación definitiva de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE).
Según datos difundidos por Antena 3, esta cifra corresponde a vehículos de residentes empadronados en la ciudad que hasta ahora habían seguido circulando gracias a una prórroga aprobada por el Ayuntamiento el año pasado. Sin embargo, por el momento no se ha planteado una nueva extensión del plazo.
Una obligación europea que divide a los municipios
La normativa europea exige desde hace años que las ciudades con más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones para reducir la contaminación, mejorar la calidad del aire y cumplir los estándares ambientales. Aunque Madrid y Barcelona han sido las más estrictas, varias ZBE han enfrentado recursos judiciales y revisiones en distintos municipios.
Cómo queda Madrid en 2026
El plan Madrid 360, puesto en marcha durante el mandato de José Luis Martínez-Almeida, extiende la ZBE a toda la almendra urbana. Con las nuevas restricciones, ningún vehículo sin etiqueta podrá circular libremente. Los vehículos afectados son:
- – Gasolina matriculados antes del 1 de enero de 2001 o que no cumplan la normativa Euro 3.
- – Diésel matriculados antes del 1 de enero de 2006 o que no cumplan la normativa Euro 4.
Los coches con distintivo 0 Emisiones y ECO seguirán siendo los más favorecidos, mientras que los C y B tendrán limitaciones para entrar en zonas de especial protección, salvo que estacionen en aparcamientos autorizados.
Sanciones: hasta 200 euros y posibles inmovilizaciones
A partir de enero, circular por Madrid sin etiqueta supondrá:
- – 200 euros de multa, reducible al 50% por pronto pago.
- – Posible inmovilización y retirada del vehículo.
Un coste económico elevado para miles de familias
Si los más de 300.000 propietarios afectados decidieran renovar sus vehículos al mismo tiempo, la factura global alcanzaría los 9.000 millones de euros, tomando como referencia un precio medio de 30.000 euros por coche nuevo.
No obstante, recordamos que:
- – No es obligatorio adquirir un coche nuevo.
- – El mercado de segunda mano ofrece vehículos ECO e incluso Cero Emisiones a precios mucho menores.
- – La movilidad ecológica no solo permite cumplir con la normativa, sino que reduce el gasto en combustible y mantenimiento.
Mientras tanto, asociaciones vecinales continúan solicitando al Ayuntamiento una nueva prórroga para evitar un impacto económico inmediato y permitir una transición más gradual.
Fuente | autopista.es
