Entre los objetivos a largo plazo de la ciudad de Nueva York está la reducción de emisiones en el sector del transporte, mediante la adopción de coches eléctricos. Uno de los principales obstáculos para dicho objetivo es la falta de infraestructura pública de recarga en una ciudad donde el 50% de los coches se aparcan en la calle.
Una colaboración público-privada espoleada por el Departamento de Transporte de la ciudad va a realizar una prueba piloto para demostrar este simple concepto: si hay más puntos de recarga en la calle, más conductores valorarán la compra de un coche eléctricos. Próximamente se pondrá en marcha un programa piloto en el que participan tres empresas, dos británicas y una estadounidense: Connected Kerb, Char.gy y Voltpost.
Si echamos un vistazo a sus páginas Web (las dejamos enlazadas) veremos que han ideado soluciones de recarga en la calle aprovechando, siempre que sea posible, la infraestructura existente. De esta forma, se reducen los costes, se aprovecha el cableado y se facilita la instalación. Por ejemplo, Volt Post convierte la clásica farola en un punto de recarga.
Estos puntos de recarga se han diseñado para una facilidad de uso máxima. El usuario de un vehículo eléctrico aparca al lado, inserta el cable de recarga o cargador externo, pasa una tarjeta RFID de abonado, y a cargar. A través de la conexión a Internet del punto de recarga se realiza la cuenta y se va tarificando en la cuenta. Las aplicaciones móviles permiten gestionar el proceso en el lado del cliente.
El proyecto piloto puede espolear la instalación de 10.000 puntos de recarga hasta 2030 solo en la parte de las aceras, bien aprovechando infraestructura existente (como bolardos o farolas) o con instalación de nuevos elementos. Por ejemplo, el punto de recarga Gecko de Connected Kerb tiene sus componentes más caros y críticos bajo tierra, dejando en superficie lo imprescindible para funcionar.
Otro de los objetivos de las autoridades neoyorquinas es tener electrificadas el 25% de las plazas de los aparcamientos municipales en 2025. En 2021 había dados de alta unos 15.000 vehículos eléctricos en la ciudad y su número seguirá aumentando. Si el programa piloto tiene éxito, se puede usar como precedente en otras grandes ciudades. Tanto Connected Kerb como Char.gy ya tienen experiencia de uso en el terreno en su país natal, el Reino Unido.
