España consume cada año unos 26.000 millones de litros de gasóleo, un carburante usado tanto por profesionales como por particulares.
Han pasado más de cuatro años desde que el Gobierno de Pedro Sánchez comenzó a trabajar en una subida del precio del gasóleo que podemos considerar histórica, ya que nunca antes en España el litro de este combustible había experimentado un aumento tan grande de una sola vez.
Los presupuestos de 2021 ya contemplaban este incremento en el precio del diésel, una medida que finalmente el PNV consiguió eliminar a cambio de su apoyo en el Congreso. Se trata de una acción sumamente impopular, tanto entre los profesionales del transporte como entre los ciudadanos, ya que afecta negativamente a todos.
Para comprender la situación, es necesario retroceder a los años 70 y 80, cuando, tras la crisis del petróleo en Europa, se implementaron importantes subvenciones y ayudas al gasóleo para incentivar su uso y promover la industrialización. En ese entonces, las economías europeas impulsaron su empleo porque era un combustible más económico y fácilmente accesible en los mercados internacionales.
Esto provocó que prácticamente la totalidad del transporte por carretera optara por el gasóleo, un combustible que llegaría de manera masiva a los particulares en los años 90, cuando los motores TDi de la época se convirtieron en una auténtica moda que culminó en el escándalo del dieselgate en 2015.
El gasóleo, el principal señalado.
A partir de ese momento, Bruselas decidió responsabilizar al gasóleo del problema de las emisiones a nivel europeo y reducir su uso, exigiendo que los países miembros aumentaran su precio en las estaciones de servicio.
Así, España sigue siendo uno de los pocos países de la Unión Europea que conserva estas ayudas fiscales de los años 80, de las cuales se beneficia una gran parte de la población, beneficios que no tiene la gasolina, lo que ha explicado la histórica diferencia de precio entre ambos carburantes.
Hay que tener en cuenta que en España se consumen unos 26.000 millones de litros de gasóleo cada año, de los cuales la mitad los adquieren transportistas y profesionales, mientras que la otra mitad se quedan en manos de particulares.
12 céntimos por litro
De hecho a día de hoy 6 de cada 10 coches que circulan por la calle se mueven con gasóleo, datos que indican que esta subida afectará tanto a profesionales como a particulares o lo que es lo mismo a gran parte de la población.
Esta misma semana el ministro de Economía y el secretario de Estado de Energía confirmaban la eliminación de estas ventajas fiscales al gasóleo, una medida que forma parte del anteproyecto de presupuestos 2025 y que debería entrar en funcionamiento antes del próximo 21 de marzo.
Esto significa que a solo un mes para la Semana Santa, el período del año en el que se registran mayor número de movimientos por carrera proporcionalmente, el litro de gasóleo subiría casi 12 céntimos, lo que igualaría su precio al de la gasolina, terminando así una de las principales ventajas de un combustible que hace años metieron con calzador a los consumidores.
Fuente | eldebate.com