Surcar los cielos de manera sostenible y con hasta un 90% menos de emisiones de CO2 es posible gracias al SAF
El transporte aéreo es absolutamente determinante para permitir el movimiento de personas y mercancías por el mundo. Solo por los aeropuertos españoles en 2023 transitaron 283 millones de personas, una cifra que supera en un 2,9 % el anterior récord de 2019 y que confirma la recuperación de un sector que se vio seriamente perjudicado a causa de la pandemia.
Las buenas cifras de la aviación no ocultan, sin embargo, los grandes desafíos a los que se enfrenta el sector, entre los que ocupa una posición destacada la sostenibilidad. La descarbonización del transporte aéreo es un objetivo compartido por reguladores, organismos internacionales, la propia industria aérea y sus clientes. En ese camino, las aerolíneas se han marcado como objetivo alcanzar la neutralidad climática en 2050, una meta ambiciosa en la que está llamado a jugar un papel fundamental un tipo de combustible sostenible que está revolucionando el sector: el SAF (Sustainable Aviation Fuel).
Aunque en general hablamos de SAF, lo cierto es que hay varios tipos de SAF. Este combustible puede ser de origen sintético, cuyo desarrollo todavía es muy incipiente, o de origen biológico, que es el que a día de hoy están utilizando progresivamente las compañías aéreas. Dentro de este último tipo, el más destacado es el tipo HEFA (siglas en inglés de ésteres hidroprocesados y ácidos grasos), que recibe dicho nombre por su forma de producirse, ya que se fabrica a partir de aceites vegetales, grasas residuales y de aceites usados de cocina. La principal característica de este biocombustible es que puede reducir hasta en un 90 % las emisiones de CO2 respecto a los combustibles fósiles tradicionales, en función de la materia prima de procedencia. Como sucede con otros biocombustibles, una de las grandes ventajas del SAF es que, dada su naturaleza química similar al queroseno convencional, es compatible con los motores actuales de los aviones, por lo que es posible su utilización desde ya sin necesidad de realizar ninguna modificación en las aeronaves.
En la actualidad el porcentaje máximo permitido de mezcla de SAF con queroseno es de un 50%. De cara a potenciar la descarbonización de la aviación, la Unión Europea ha puesto en marcha la iniciativa ReFuelEU Aviation, que regula la incorporación creciente de SAF en los vuelos con origen dentro de la UE. El Consejo de la Unión Europea y el Parlamento Europeo llegaron a un acuerdo en abril de 2023 para que, a partir de 2025, el 2 % del combustible utilizado por los aviones sea sostenible, con el objetivo final de alcanzar el 70 % para 2050.
Aliado de las aerolíneas
Cepsa es una de las empresas energéticas que más fuertemente están apostando por el desarrollo del SAF como vía para acelerar la transición energética del sector aéreo. La compañía, que forma parte de la Alianza para la Sostenibilidad del Transporte Aéreo (AST), una organización integrada por más de 900 empresas de toda la cadena de valor para liderar la descarbonización de la aviación, ha firmado diferentes alianzas para la investigación y producción de SAF con aerolíneas de referencia, como Air Europa, Iberia, Iberia Express, TUI, Vueling, Air Nostrum, Binter o Volotea.
Proyectos pioneros
El desarrollo de los biocombustibles es fundamental para la descarbonización del transporte pesado y, por esta razón, el objetivo de Cepsa es aumentar su capacidad de producción hasta llegar en 2030 a un total de 2,5 millones de toneladas de biocombustibles al año, de los que 800.000 serán específicamente de SAF. Esta apuesta, enmarcada en su estrategia Positive Motion, busca contribuir de manera especial a la sostenibilidad del sector aéreo y a convertir España en un hub de aviación sostenible.
A finales de 2022, Cepsa realizó una prueba pionera en Sevilla en la que más de 200 vuelos partieron del aeropuerto sevillano con un 4,5% de SAF en sus depósitos, superando así el objetivo del 2% que establece la Unión Europea para 2025. Y actualmente la energética ya comercializa SAF en cinco de los principales aeropuertos españoles: Madrid, Barcelona, Palma de Mallorca, Málaga y Sevilla. Por estos aeródromos pasaron en 2023 más de 170 millones de pasajeros, más del 60 % del tráfico total de nuestro país.
Además, entre los pasos que ha ido dando Cepsa en este sector, destaca la alianza con Air Europa para suministrarle SAF durante un año para cubrir el primer vuelo mensual Madrid-La Habana. Es la primera vez que dos compañías en España establecen un suministro regular de este combustible sostenible para una ruta aérea específica.
Voz Pópuli