Tesla, obligada a detener su producción en Alemania por el sabotaje de un grupo de extrema izquierda

La compañía no sabe cuánto tiempo se extenderá el parón en su planta de Berlín

Tesla ha detenido su producción de vehículos eléctricos en Alemania. No lo ha hecho por falta de piezas llegadas desde el Mar Rojo, como sí sucedió en el pasado mes de enero. Esta vez ha sido como consecuencia de un “acto de sabotaje” cometido por el grupo de extrema izquierda Vulkangruppe.

El ataque se ha cometido contra las líneas eléctricas que proveen de energía a la planta que la compañía tiene en Berlín. De momento, la planta está parada y no está claro cuándo podrán retomar de nuevo los trabajos.

Según ha recogido Associated Press, el acto de sabotaje ha sido reclamado por este grupo de extrema izquierda, quienes han enviado un correo electrónico y han publicado un comunicado asegurando orgullosos que “con nuestro sabotaje, nos hemos fijado el objetivo de lograr el mayor apagón posible de la Gigafactory”.

De momento, la policía sigue investigando lo sucedido pero desde la política ya se ha advertido que este ataque es “un delito penal grave que no nada lo justifica”. Ese “nada lo justifica” hace referencia a la oposición que ha mostrado este grupo y otras asociaciones ambientalistas contra la fábrica de Tesla.

La compañía ya tuvo que lidiar con el rechazo de los vecinos durante su puesta en marcha, que fue retrasada en numerosas ocasiones. El problema en aquellos momentos fue el uso indiscriminado de agua para la producción de estos vehículos eléctricos. Ahora, la compañía quiere ampliar la planta, lo que ha vuelto  levantar la confrontación de los sectores más críticos.

“Los ecoterroristas más tontos”

El acto de sabotaje, por supuesto, ha levantado el enfado de Elon Musk en X, quien ha señalado que la acción ha sido cometida por “los ecoterroristas más tontos de la Tierra”, de los que también ha insinuado que pueden ser “títeres de quienes no buscan grandes mejoras ambientales”. Según Musk, “detener la producción de vehículos eléctricos, en lugar de vehículos de combustibles fósiles, es una tontería extrema”.

Otras asociaciones que pelean por frenar los planes expansionistas de la marca también han mostrado su sorpresa ante el ataque. El grupo Stop Tesla ha mostrado su solidaridad “con los trabajadores de Tesla y los residentes locales”. El grupo Robin Wood, también muy activo en contra de los planes de la compañía por ampliar su fábrica también ha querido aclarar que se muestran “sorprendidos” ante esta acción.
En total, Tesla quiere ganar 170 hectáreas al bosque circundante y ampliar la producción de sus coches eléctricos a un millón de automóviles anuales. Este mismo año, los vecinos tomaron parte en una consulta no vinculante donde la mayoría se opuso a dicha ampliación.
Xataka

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