Si hay una marca que ha apostado por el coche a hidrógeno, en contra de la mayor parte de la industria, esa es Toyota. Los japoneses, junto con Hyundai, han invertido una ingente cantidad de dinero en una tecnología que, ahora, admiten no tiene salida en el mercado del transporte personal.
Así lo ha confirmado el Sr Hiroki Nakajima, jefe técnico de Toyota, que durante el Salón del Automóvil de Tokio ha indicado que: «Hemos probado Mirai pero no hemos tenido éxito. Las estaciones de hidrógeno son muy pocas y difíciles de instalar, lo que limita las ventas«.
Esto supondrá un cambio en la estrategia de Toyota, que centrará sus esfuerzos en este apartado en los vehículos industriales. Una opción que consideran «mucho más adecuada para el hidrógeno, no sólo por la inadecuación de las baterías para alimentarlos (debido al tamaño y peso que serían necesarias) sino también por la capacidad de establecer una red de abastecimiento de combustible más controlada.«
El directivo de Toyota también ha dicho que para los camiones de tamaño mediano, es fácil desarrollar una red de hidrogeneras. «Un gran número de camiones van de A a B, por lo que las estaciones pueden funcionar con mayor estabilidad. Los vehículos comerciales son el ámbito más importante para intentar avanzar con el hidrógeno«.
A pesar de esto, el propio técnico de Toyota dice que no renuncian a la opción del hidrógeno en los coches, pero que para ello se necesita una evolución de la tecnología para ofrecer sistemas más pequeños, sencillos y económicos. Algo que choca ligeramente con sus propias declaraciones, indicando que el principal problema es la ausencia de una mínima red de repostaje
La cuestión es que la propia Toyota está desarrollando el clavo que cerrará el ataúd del hidrógeno. La próxima generación de baterías.
Estas llegarán en 2026, y usarán un electrolito líquido, que se asentarán en unas nuevas arquitecturas diseñadas para reducir al máximo el tamaño y peso del conjunto, con packsde apenas 100mm de grosor. Algo que facilitará la instalación de grandes packs en coches más bajos, como las berlinas, y también en los futuros deportivos.
El siguiente paso será el electrolito sólido. Un apartado que el Sr Nakajima ha confirmado están trabajando, y que esperan tener los primeros modelos en la carretera para 2027 o 2028, con autonomías de hasta 1.200 km.
Pero también ha arrojado algo de agua fría a las expectativas sobre estas baterías, que ha indicado llegarán en un primer momento para modelos de altas prestaciones o aquellos que necesitan tasa de carga muy elevadas.
FCE