El expresidente Donald Trump decretó este miércoles aranceles del 25% sobre todas las importaciones de acero y aluminio hacia Estados Unidos. Esta medida pretende nivelar el terreno para la industria manufacturera nacional, aunque podría encarecer una amplia variedad de productos de consumo e industriales para los ciudadanos estadounidenses.
Esta decisión forma parte del complejo plan arancelario de Trump, orientado a corregir los desequilibrios comerciales percibidos y revitalizar la producción interna. No obstante, existe el riesgo de que detone un conflicto comercial a escala global. La Unión Europea, impactada por primera vez por el incremento de aranceles desde el retorno de Trump a la Casa Blanca, reaccionó en pocas horas con represalias dirigidas a las exportaciones estadounidenses. Más tarde, en la mañana del miércoles, Canadá también anunció medidas de respuesta por más de 20.000 millones de dólares.
Aplicar aranceles al acero y al aluminio representa un movimiento arriesgado: aunque podría fortalecer las industrias nacionales de estos metales, también encarecerá un recurso esencial para los fabricantes estadounidenses, lo que eventualmente impactaría en los consumidores. Los gastos adicionales podrían superar las ganancias.
Eso fue lo que sucedió durante el primer período de Trump: aunque los aranceles a los metales implementados en 2018 impulsaron ligeramente la producción local, elevaron los precios de automóviles, herramientas y maquinaria, reduciendo la producción de esos sectores en más de 3.000 millones de dólares en 2021, según un informe de la Comisión de Comercio Internacional publicado en 2023.
También podría tener efectos adversos para los sectores que busca resguardar: los aranceles de Trump podrían eliminar hasta 100.000 puestos de trabajo en Estados Unidos, incluidos 20.000 en la industria del aluminio, alertó el mes pasado William Oplinger, director general de Alcoa, uno de los principales productores de aluminio del país.
Canadá responde con represalias
Hasta este miércoles, Trump solo había implementado aranceles dirigidos a China, México y Canadá durante este período presidencial. En el caso de los dos últimos países, las compañías podrán esquivar los aranceles hasta el 2 de abril, siempre que cumplan con las disposiciones del T-MEC.
Canadá anunció un conjunto de medidas de represalia que entrarán en vigor el jueves, incluyendo aranceles del 25 % sobre importaciones estadounidenses valoradas en 29.800 millones de dólares canadienses (20.100 millones de dólares estadounidenses), afectando productos de acero, aluminio, computadoras, equipos deportivos y artículos de hierro fundido por miles de millones de dólares.
“Seguiremos aplicando nuestras contramedidas y las intensificaremos el 2 de abril”, declaró el miércoles el ministro de Finanzas, Dominic LeBlanc, quien tiene previsto viajar a Washington para reunirse con el secretario de Comercio de EE. UU., Howard Lutnick, el jueves.
Fuente | cnnespanol.cnn.com