Un motor eléctrico de 1.000 CV y solo 12,7 kg: así es la nueva referencia mundial en densidad de potencia

La revolución eléctrica no solo va de baterías: también de motores. La compañía británica YASA, propiedad de Mercedes-Benz, ha presentado un prototipo de motor eléctrico de flujo axial que ha batido el récord mundial de densidad de potencia, marcando un hito para el futuro de la movilidad de altas prestaciones y la eficiencia energética.

Este nuevo motor alcanza nada menos que 80 CV por kilo de peso (59 kW/kg). Traducido en cifras: con solo 12,7 kilos, es capaz de desarrollar una potencia máxima de 750 kW, más de 1.000 CV, en un formato ultracompacto que literalmente “cabe en una maleta”.

Flujo axial: la arquitectura que lo cambia todo

Frente a los motores eléctricos convencionales de flujo radial, en los que el campo magnético gira perpendicular al eje, YASA apuesta por la tecnología de flujo axial, donde el campo magnético se genera en paralelo al eje de rotación.

Esta configuración permite:

  • Motores más ligeros y hasta un 50 % más compactos.
  • Hasta cuatro veces más par motor que un motor radial equivalente.
  • Mayor eficiencia energética y menor generación de calor.

Además, la energía se transfiere de manera más directa desde el bobinado a la carcasa exterior, lo que reduce la necesidad de usar grandes cantidades de metales caros y ayuda a abaratar los costes de fabricación.

Un récord que triplica a los mejores motores actuales

El nuevo prototipo de YASA no solo supera su propia marca anterior:

  • Triplica la densidad de potencia de los mejores motores radiales que hoy equipan vehículos eléctricos de altas prestaciones.
  • Supone un salto del 40 % respecto al récord que la propia compañía ostentaba hasta ahora.

Este avance sitúa la relación potencia/peso en un terreno prácticamente inalcanzable para cualquier motor de combustión, y convierte a esta tecnología en una candidata ideal para:

  • Superdeportivos eléctricos.
  • Vehículos de altas prestaciones.
  • Aplicaciones donde cada kilo cuenta (incluso fuera del automóvil, como aviación eléctrica o competición).

El secreto: armadura segmentada y sin yugo

La clave técnica está en la arquitectura patentada de YASA, basada en la Yokeless And Segmented Armature (armadura segmentada y sin yugo):

  • En un motor convencional, el estator integra un “yugo” de hierro que añade masa y pérdidas magnéticas.
  • YASA elimina ese yugo, reduciendo hasta en un 80 % la cantidad de hierro en el estator.

El resultado es un motor:

  • Mucho más ligero.
  • Con menores pérdidas magnéticas.
  • Capaz de ofrecer una potencia muy elevada en un volumen muy reducido.

El diseño segmentado también facilita la producción en serie, reduciendo la cantidad de cobre, hierro e imanes permanentes necesarios frente a un motor radial de potencia equivalente.

Potencia de pico… y potencia real: la continua

No basta con deslumbrar con los 1.000 CV de pico. En ingeniería, la clave está en la potencia continua, aquella que el motor puede mantener durante largos periodos sin sobrecalentarse.

Gracias a un avanzado sistema de refrigeración por aceite de alto contacto térmico, YASA estima que este motor será capaz de sostener una potencia continua de entre 350 y 400 kW, es decir:

  • Aproximadamente entre 469 y 536 CV continuos.

Para un tren motriz eléctrico, estas cifras permiten:

  • Uso intensivo en circuito.
  • Aplicaciones deportivas extremas.
  • Elevadas prestaciones sostenidas sin degradación excesiva.

Mercedes-AMG: laboratorio rodante para esta tecnología

Desde que Mercedes-Benz adquirió YASA en 2021, el objetivo estaba claro: asegurar el liderazgo tecnológico en el terreno de los motores eléctricos compactos y ultraeficientes.

La marca de altas prestaciones Mercedes-AMG será la encargada de estrenar esta tecnología en sus próximos modelos eléctricos:

  • La compacidad del motor permite plataformas más flexibles, con más espacio para batería, habitáculo o maletero.
  • En conceptos como el AMG GT XX, la integración de varios motores de flujo axial abre la puerta a cifras de par y potencia que hace unos años parecían imposibles para un vehículo eléctrico.

El reto pendiente: industrialización a gran escala

El principal obstáculo ya no es técnico, sino industrial. La fabricación en masa de motores de flujo axial exige:

  • Adaptar líneas de producción pensadas durante décadas para motores radiales.
  • Desarrollar procesos específicos para la arquitectura segmentada y sin yugo.

Sin embargo, el apoyo de un gigante como Mercedes-Benz sugiere que este desafío se superará a medio plazo.

Para el ecosistema de la movilidad ecológica, innovaciones como este motor de YASA señalan un camino claro:

  • Más eficiencia por kilo y por kilovatio.
  • Menos materiales y menos peso para la misma o mayor potencia.
  • Vehículos eléctricos capaces de combinar prestaciones extremas, menor consumo y menor impacto ambiental.

En la carrera hacia un automóvil descarbonizado, la batería no será la única protagonista. Motores como este demuestran que la ingeniería eléctrica aún tiene mucho margen de mejora… y que el futuro del automóvil ecológico será, además de limpio, espectacularmente potente.

Fuente | hibridosyelectricos.com

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