Una encuesta a casi 4.000 dueños de coches eléctricos confirma lo que muchos intuían: la respuesta es prácticamente unánime

Sólo el 3% de los conductores de eléctricos volvería a un coche de combustión, según un estudio de Zapmap

La gran mayoría de los propietarios de automóviles eléctricos no se arrepiente del cambio y asegura estar satisfecha con la experiencia de conducción y uso. Así lo refleja un estudio elaborado por la empresa británica Zapmap, especializada en puntos de carga, que entrevistó a 3.746 conductores en Reino Unido.

La pregunta era directa: ¿volvería a un coche de combustión interna? La respuesta, prácticamente unánime: solo un 3% de los encuestados reconoció que regresaría a un vehículo con motor de gasolina o diésel.

Un nivel de satisfacción elevado

El grado de satisfacción general obtuvo una nota media de 87 sobre 100, con aspectos destacados como el menor coste de uso, la eficiencia, la comodidad diaria y la ausencia de mantenimientos costosos. Los usuarios también señalaron la carga en casa, la conducción silenciosa y la sensación de estar participando en una transición energética “necesaria” como razones de peso para mantenerse en la movilidad eléctrica.

Los datos de precios respaldan esa percepción: en mayo de 2025, la carga rápida en Reino Unido se situaba en una media de 0,87 €/kWh, mientras que la carga doméstica resulta sensiblemente más barata.

La otra cara: estudios más pesimistas

No obstante, las cifras de Zapmap contrastan con otros estudios internacionales. Un informe de McKinsey apunta que el 29% de los propietarios de eléctricos en 15 países se plantea volver a la combustión, un porcentaje que asciende al 46% en Estados Unidos. En España, el nivel de arrepentimiento ronda el 29%, mientras que un 21% de los encuestados asegura que no volvería a apostar por un eléctrico.

La diferencia radica, en parte, en el perfil de los consultados: Zapmap encuestó únicamente a usuarios de eléctricos puros con acceso a cargador doméstico, mientras que otros estudios incluyen híbridos y conductores que dependen casi en exclusiva de la infraestructura pública, menos desarrollada en muchos países.

Contexto y futuro

La red británica de recarga se encuentra entre las más densas y rápidas de Europa, algo que no ocurre en otros lugares donde la falta de puntos de alta potencia sigue siendo una barrera. En España, el propio sector reconoce los desafíos. La ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, defendió hace unos meses que “los españoles sí podemos desplazarnos con un vehículo eléctrico” y llamó a transmitir confianza para evitar la llamada “ansiedad de autonomía”.

“Cuando identificamos una barrera lo que hacemos es trabajar para evitarla”, añadió la ministra, subrayando la colaboración entre administraciones, eléctricas y fabricantes.

Conclusión

El estudio de Zapmap muestra que, al menos en Reino Unido y bajo condiciones favorables de infraestructura y acceso a carga doméstica, el coche eléctrico goza de una aceptación casi total. Solo una minoría residual volvería atrás. Sin embargo, la foto global es más heterogénea y dependerá en gran medida de la expansión y fiabilidad de la red de recarga en cada país.

Fuente | autobild.es

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