Las “pegatinas ambientales” de la DGT se han convertido en la llave de acceso, o de veto, a las zonas de bajas emisiones (ZBE) que están extendiéndose por toda España. No son un simple distintivo en el parabrisas: ordenan qué coches pueden entrar, cuándo y por dónde, en función de lo que contaminan.
La Ley de Cambio Climático y Transición Energética obliga a todos los municipios de más de 50.000 habitantes a implantar Zonas de Bajas Emisiones. Muchas ciudades ya han comenzado a restringir el acceso a los vehículos más contaminantes y este proceso se va a intensificar. Hasta ahora, el objetivo principal han sido los coches sin distintivo ambiental (los conocidos como “etiqueta A”), pero a partir de 2026 los vehículos con etiqueta B también empezarán a enfrentarse a prohibiciones en numerosas urbes.
No es una cuestión ideológica, sino legal y técnica
El delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, ha sido claro: las ZBE “no son una opción ideológica, sino un mandato legal y una necesidad técnica para mejorar la calidad del aire”. Madrid, como el resto de grandes ciudades, está obligada por la Ley de Cambio Climático, la normativa estatal y los compromisos europeos a limitar el acceso de los vehículos más contaminantes.
Tras la prórroga que finalizó el 1 de enero de 2025, los coches sin distintivo (etiqueta A) ya no pueden circular por ninguna zona del municipio comprendida dentro del perímetro interior de la M-30, incluidos los residentes. El mensaje es inequívoco: no habrá marcha atrás en las políticas de reducción de emisiones, so pena de exponerse a sanciones europeas.
Carabante ha defendido que no se puede permitir “el retorno de los vehículos más contaminantes a zonas con altos niveles de NOx”, y solo ha abierto la puerta a excepciones muy concretas para residentes y colectivos vulnerables. En paralelo, ha reclamado al Gobierno central un refuerzo de los planes de ayuda a la renovación del parque móvil, recordando que la modernización del vehículo es la herramienta más eficaz para reducir emisiones y mejorar la seguridad vial.
Un calendario alineado con Europa
La estrategia de Madrid y del resto de ciudades españolas va en la misma dirección que la de otras capitales europeas como París, Bruselas, Milán o Ámsterdam, muchas de ellas con calendarios todavía más duros para la retirada progresiva de los vehículos de combustión. El objetivo es común: menos tráfico contaminante, más aire limpio y una movilidad basada en vehículos de bajas o cero emisiones y en el transporte público.
Las pegatinas de la DGT: quién es quién en la ZBE
El sistema de distintivos ambientales de la DGT clasifica el 50% más eficiente del parque móvil en cuatro categorías. De esa clasificación depende cada vez más el día a día de millones de conductores:
Etiqueta 0 emisiones (azul)
Identifica a los vehículos más limpios del mercado.
Incluye:
- Eléctricos de batería (BEV)
- Eléctricos de autonomía extendida (REEV)
- Híbridos enchufables (PHEV) con al menos 40 km de autonomía eléctrica
- Vehículos de pila de combustible (hidrógeno)
Etiqueta ECO
El siguiente escalón en eficiencia, mayoritariamente híbridos y vehículos a gas.
Incluye:
- Híbridos enchufables con menos de 40 km de autonomía eléctrica
- Híbridos no enchufables (HEV)
- Vehículos de gas natural (GNC y GNL)
- Vehículos de GLP
Etiqueta C (verde)
Vehículos de combustión que cumplen las normativas Euro más recientes.
Comprende:
- Turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados a partir de enero de 2006
- Turismos y furgonetas diésel a partir de septiembre de 2015
- Vehículos de más de 8 plazas y pesados (gasolina o diésel) matriculados desde 2014
Etiqueta B (amarilla)
Vehículos de combustión que cumplen normativas Euro anteriores, pero no las más recientes.
Incluye:
- Turismos y furgonetas ligeras de gasolina matriculados desde el 1 de enero de 2001
- Turismos y furgonetas diésel matriculados desde 2006
- Vehículos de más de 8 plazas y pesados (gasolina o diésel) matriculados desde 2006
Quedan fuera de esta clasificación, y por tanto sin distintivo, el 50% más contaminante del parque: los vehículos que no cumplen los requisitos mínimos para ser considerados “limpios” por la DGT. Son precisamente estos los primeros en verse afectados por las restricciones y prohibiciones de acceso a las ZBE.
Un instrumento clave para las políticas municipales
La DGT señala que la clasificación ambiental tiene un doble objetivo:
- Discriminar positivamente a los vehículos más respetuosos con el entorno, permitiendo ventajas fiscales, de aparcamiento o de acceso.
- Servir de herramienta operativa para que los ayuntamientos puedan restringir tráfico en episodios de alta contaminación y diseñar sus ZBE.
En la práctica, ya se utiliza el distintivo para vetar la circulación de los coches más contaminantes en días de mala calidad del aire y para limitar el acceso permanente a determinadas áreas urbanas.
¿Es obligatoria la pegatina?
La colocación del distintivo es voluntaria, pero si se dispone de él debe ir adherido en el ángulo inferior derecho del parabrisas delantero. En el caso de motocicletas, en un lugar visible del vehículo. No llevarla no exime de cumplir la norma: las cámaras y sistemas de control pueden identificar el tipo de vehículo por matrícula y aplicar las sanciones correspondientes.
Lo que viene ahora
La combinación de Zonas de Bajas Emisiones, calendario creciente de restricciones para las etiquetas A y B, y ayudas puntuales a la renovación del parque, dibuja un escenario claro:
- Los vehículos sin distintivo tienen los días contados en las zonas urbanas.
- Los vehículos con etiqueta B empezarán a perder derechos de acceso a partir de 2026 en muchas ciudades.
- Solo los ECO y 0 emisiones mantendrán plena libertad de circulación en el medio y largo plazo.
Fuente | diariosur.es
