Esta semana se ha descubierto en el norte de Francia la que podría ser la mayor reserva de hidrógeno blanco del mundo
La aparición de reservas de hidrógeno natural, el conocido como hidrógeno blanco o dorado, cada vez es más común. En los últimos años, se han descubierto yacimientos en Estados Unidos, Canadá, Finlandia, Filipinas, Australia, Brasil, Omán, Turquía y Mali. ¿Qué potencial tiene este hidrógeno que ya llaman el petróleo del futuro?
El hidrógeno sigue en el punto de mira como una de las herramientas llamadas a cambiar el panorama energético y contribuir a la reducción de emisiones en el transporte. Actualmente, la mayoría del hidrógeno que se produce es el conocido como gris, elaborado mediante el uso de combustibles fósiles. También continúa avanzando el hidrógeno verde, el producido mediante energías renovables, aunque sus costes de producción todavía no logren ser competitivos.
Sin embargo, en el mundo del hidrógeno, se ha abierto una nueva vía con la aparición de yacimientos naturales de este elemento. No en vano, esta semana se ha descubierto en el norte de Francia la que podría ser la mayor reserva de hidrógeno blanco del mundo, que albergaría cerca de 46.000 millones de toneladas de hidrógeno, una cifra que supone la mitad de la producción anual de hidrógeno.
El hallazgo, que tuvo lugar durante unas perforaciones en busca de gas natural en la ciudad francesa de Folchsviller, todavía ha de ser confirmado en su totalidad. Para ello, se realizará una perforación de cerca de 3.000 metros para ratificar la magnitud del yacimiento.
¿Qué es el hidrógeno blanco?
El hidrógeno blanco es aquel que se encuentra en estado natural. Se diferencia del hidrógeno gris y el verde en que no es el resultado de una producción a partir de gas o electrólisis, sino que se encuentra en estado puro y nativo.
Las ventajas del hidrógeno blanco
Como hemos mencionado antes, actualmente, el hidrógeno más común utilizado en los procesos industriales o de gran consumo de energía es el gris. Frente a él, el hidrógeno blanco tendría un gran potencial descarbonizador en multitud de aplicaciones.
De igual forma, presenta ventajas frente al hidrógeno verde, ya que este se produce mediante el proceso de electrólisis, una tecnología todavía cara que, aunque avanza a grandes pasos, todavía no es competitiva.
Por último, la gran baza del hidrógeno blanco es que se genera de forma natural y contiene hasta tres veces más energía que el petróleo. Además, el hidrógeno blanco continúa produciéndose en los yacimientos, por lo que hablamos de una energía renovable de origen natural que puede explotarse a bajo coste.
¿El petróleo del futuro?
Por supuesto, la explotación del hidrógeno blanco es una tecnología que aun se encuentra en sus inicios. Como siempre, las inversiones en la explotación de este gas renovable y la colaboración público-privada jugarán papeles esenciales en su desarrollo.
Las perspectivas son alentadoras, ya que diversos científicos y profesionales del sector energético sostienen que, a largo plazo, la disponibilidad de hidrógeno blanco en yacimientos terrestres podría satisfacer de buen grado las necesidades energéticas de nuestro planeta. ¿Habremos dado con el petróleo del futuro?
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