El Ayuntamiento publica los pliegos de las condiciones para las aspirantes a estas instalaciones de recarga eléctrica
Aunque en el número 47 de la calle de la Pirotecnia (tal cual) no hay ahora nada más que una parcela de algo más de 1.000 metros cuadrados empapada por las últimas lluvias, se espera que, en el amanecer de 2025, se alce en ese rincón de Vicálvaro la mayor electrolinera de la capital. Ese es el plan dibujado desde el Área de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, tras la aprobación de los pliegos (publicados el pasado 18 de octubre en el Boletín Oficial del Ayuntamiento), donde quedaron definidas las condiciones para la concesión administrativa de la estación de servicio. Una megaestación para la recarga rápida de vehículos eléctricos que está en camino. Quién se haga finalmente con la licencia, deberá tenerla en funcionamiento en un plazo máximo de 12 meses.
La instalación está obligada a respetar una serie de pautas. Por ejemplo, que tendrá que contar con 47 puntos de recarga rápida para vehículos eléctricos. Y, sobre todo, que debe permitir la recarga simultánea de 42 automóviles de categoría M (para el transporte de personas y su equipaje), a una potencia máxima de, al menos, 50 kW en corriente continua, y cinco de categoría N1 (transporte de mercancías con una masa máxima que no supere las 3,5 toneladas) y N2 (que supere las 3,5 toneladas pero no las 12 toneladas), con potencia máxima de, al menos, 150 kW. De ahí que la estación tenga que dotarse de una acometida eléctrica en alta tensión con una potencia mínima de 3.000 kW. El propio Ayuntamiento ha recabado ese permiso de acceso y conexión a la red eléctrica, que será trasladado al ganador de la convocatoria.
La concesión se efectuará por un plazo de 15 años, con opción de ampliarse durante otros cinco más. Es decir, que el titular podría encargarse de la explotación durante dos décadas si lo desease, con una prórroga automática si ninguna de las partes lo denunciase dos meses antes de finalizar el plazo. En cualquier caso, siempre se respetaría la naturaleza pública de ese suelo y, una vez finalizado el vínculo, volvería a ser propiedad del Consistorio. El adjudicatario, lógicamente, tendrá que asumir todos los costes de instalación, mantenimiento y revisiones, además de mantenerla abierta ininterrumpidamente todos los días del año.
CANALEJAS, POZUELO O LEGANÉS
Lo más parecido que existe ahora mismo en la capital es el ‘hub’ de movilidad eléctrica Canalejas 360, que fue etiquetado hace poco más de año desde Cibeles como la electrolinera urbana “más potente de España”. Contaba (y cuenta) con 12 puntos de recarga y una potencia de 2,5 megavatios, y se encuentra situado bajo el asfalto de las calles Alcalá, Sevilla y la plaza de Canalejas.
En la región de Madrid, concretamente en la Ciudad de la Imagen de Pozuelo de Alarcón, descansa la que fue considerada durante un tiempo la instalación de recarga eléctrica más grande de España, con 46 puntos de recarga. Y en Leganés está previsto que se levante su heredera, después de que la Comunidad diera luz verde este verano a su construcción, con 16 puntos de carga ultrarrápida y otros 34, de tipo semi-rápida. Medio centenar en total.
Pero volvamos a Vicálvaro, y a esa parcela de tierra en la calle Pirotecnia, 47. Y, más concretamente, al momento en el que arranque la estación de servicio eléctrica. Desde esa fecha, y hasta el 1 de enero de 2029, se permitirá que el concesionario ponga en marcha un mínimo de equipos suficientes para sostener la recarga simultánea de 18 vehículos de categoría M y tres N1 y N2. A partir de entonces, estará obligado a dar servicio a todos los equipos.
NADA DE PUBLICIDAD DE TERCEROS
El Ayuntamiento, concretamente el Área que dirige Borja Carabante, también tendrá sus exigencias. Entre ellas, que actúe como operador de los puntos de recarga rápida, con libre acceso al público. O que los equipos estén conectados a una plataforma central para su monitorización y gestión de los servicios de recarga en tiempo real, con mecanismos de vigilancia y asistencia inmediata. También, que sólo se podrá pagar con tarjeta de crédito. Y, por último, que no puedan instalarse en la parcela ninguna publicidad comercial de terceros.
La electrolinera, compatible con otros usos como la generación de energía en marquesinas o arrendamiento de vehículos eléctricos (con o sin conductor) o la recepción y entrega de pequeña paquetería, exigirá, como parte del régimen económico, un canon fijo anual al adjudicatario de 12.000 euros hasta el 31 de diciembre de 2028. Este podría variar al alza a partir de ese día. Además, contaría con un canon variable de 0,01 euros/kWh de energía eléctrica. El sello de cualquier aspirante a la concesión será el ingreso de 120.613 euros como garantía.
Tal vez, si usted es dueño de un vehículo eléctrico, cuando amanezca 2025 se convierta en uno de los usuarios de esta nueva estación de recarga en Vicálvaro que, al menos, ya tiene dibujado un plan.
El Mundo