El ciclo WLTP llegó hace casi siete años para ofrecer una información más fiable sobre el consumo de combustible y las emisiones contaminantes a los clientes. Hasta ahora, las marcas venían ofreciendo información de este procedimiento de homologación y del antiguo NEDC, pero a partir de mayo la información al consumidor cambia y será más precisa.
Las enormes diferencias entre el consumo homologado por los fabricantes de coches y el real ocasionó una verdadera revolución a mediados de la pasada década. Por muchos esfuerzos en reducir las prestaciones, circulando a velocidad legal, incluso por debajo de los límites permitidos y con un solo ocupante en el interior, el conductor, de ninguna manera la cifra encajaba con el declarado por los fabricantes. Con el amparo de Europa, fue un engaño absoluto al que las marcas, y los vendedores, apuntaban a un desfase habitual en torno a un litro.
Pero la realidad mostró que, en una gran mayoría de casos, era mucho más que un litro. Para solventar esta cuestión, nació el ciclo WLTP. Un procedimiento que ya no solo implicaba las famosas pruebas en laboratorios, sino también en el tráfico real, con condiciones de circulación más duras, equipamientos opcionales a bordo que incrementan el peso y certificado por organizaciones externas a las marcas. El ciclo WLTP se estrenó en 2017 pero, hasta ahora, las fichas técnicas han permitido mostrar estas cifras de prestaciones con el antiguo NEDC.
Prestaciones detalladas para todos los coches nuevos en Alemania
Una duplicidad innecesaria que ha llegado al final de su permisividad porque, a partir del próximo mes de mayo, las cifras del NEDC desaparecerán de toda información comercial del fabricante. Lo cierto es que no tiene sentido mostrar los dos valores si el de éste último no es el real o el más cercano, pero así estaba permitido en algunos países como Alemania y España. El Ministerio de Transporte Alemán es el primero que se deshace de esta información que, además, será mucho más estricta, ya que al consumo combinado se une también el del urbano, el interurbano, carreteras locales y de autopista.
Cuatro que tendrá que figurar en las fichas de información de cada modelo expuesto en los concesionarios de coches nuevos, aunque también se espera que la medida se extienda a los usados. Las etiquetas contendrán información para cada tipo de combustible, en los que se incluyen también a los eléctricos, híbridos auto-recargables y enchufables, mostrando no solo el consumo de energía, sino también la autonomía. En los HEV y PHEV, el detalle incluirá el consumo total del vehículo con la batería de tracción descargada.
Alemania quiere detallar la información técnica según la fuente de energía
Dado que las emisiones son cada vez más importantes en los diferentes países europeos para calcular los tramos de impuestos, estos valores tendrán que ser absolutos y remarcados en color. Los alemanes también incluirán una lista de costes a los que el futuro propietario se tendrá que enfrentar si las emisiones de CO2 aumentan. Alemania, que apuesta por la carga privada de coches eléctricos, también busca la forma de que los concesionarios muestren los costes energéticos anuales para un recorrido de 15.000 kilómetros anuales. A pesar de que estos son más difíciles de calcular, dado que el precio de la electricidad fluctúa constantemente, el objetivo es el de arrojar un valor cercano al gasto dependiendo de si se carga su batería con una instalación fotovoltaica privada o con los sistemas de carga públicos.
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