Bruselas se ha comprometido a ayudar a la industria automovilística europea a través de un plan europeo de ayudas que impulse la demanda de vehículos eléctricos, tras las múltiples demandas formuladas por el sector. La vicepresidenta de la Comisión Europea responsable de Transición Limpia y Competencia, Teresa Ribera, ha indicado este jueves que la UE está “dando forma” a un programa de incentivos para el sector de la automoción que le ayudará a no perder la carrera frente a China, cuyos coches se venden en el mercado comunitario a precios más bajos.
La Comisión pretende “encontrar, desde una perspectiva paneuropea, cómo facilitar las medidas en lugar de recurrir a subsidios nacionales”, dijo Ribera. Al tiempo, la española advirtió contra una “carrera en la que podríamos enfrentar a un modelo nacional contra otro”, ha indicado en una entrevista con el Financial Times en el marco del Foro Económico Mundial que tiene lugar esta semana en la localidad suiza de Davos.
El canciller alemán, Olaf Scholz avanzaba la noticia esta semana. Informaba de que la Comisión Europea estaba valorando poner en marcha un programa de subsidios a nivel europeo, a petición suya. El gobierno alemán descartó desarrollar su propio plan en el 2023.
La idea es evitar una mayor fragmentación y competencia dentro del mercado único y entre Estados miembro. Son varios los países que ofrecen incentivos para los vehículos eléctricos, sin embargo, las condiciones varían en función del país y si bien hay Estados que ofrecen ayudas a la compra de vehículos eléctricos, hay otros que no lo hacen.
Uno de las principales dificultades radicará en cómo disponer un sistema de subsidios para el coche eléctrico, pero evitar que estas ayudas terminen en manos de los fabricantes chinos al tiempo que se cumple con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
La española ha avanzado que la estrategia para incentivar la compra de vehículos eléctricos será una de las varias medidas para apoyar a un sector que es clave para Europa. Además, considera que los fabricantes necesitan una visión completa de “cómo pueden actualizar sus instalaciones para acercarse a lo que se demanda a nivel global”.
Ribera ha afirmado que el sector necesita “predictibilidad y claridad” en un momento en el que al otro lado del charco, la nueva administración de Donald Trump tiene la intención de eliminar el paquete de subsidios a la industria limpia que dispuso la anterior administración de Biden.
Sobre la demanda del sector de aplazar más allá del 2035 el veto a la venta de vehículos de combustión, Ribera ha mostrado su rechazo. “No tiene sentido abrir de nuevo la conversación“, ha afirmado abogando por dotar de certidumbre al sector. Además, ha argumentado que tal retraso supondría “castigar a aquellos que actuaron primero y que se lo tomaron en serio, sin las ventajas de las que disfrutarían aquellos que todavía tienen que hacer la transición”.
En todo caso, la vicepresidenta comunitaria mostró apertura a la hora aplicar cierta flexibilidad con los objetivos de venta y las multas para aquellos que no los alcancen. Ribera ha defendido que el “objetivo es asegurarse de que la legislación se aplica de tal manera que contribuya a su objetivo principal”, en relación a las quejas del sector de que desviará capital que se podría destinar a inversión a multas.
El Economista