El usuario no notará la bajada del petróleo en noviembre, ya que la parte de los costes que cobran los operadores se ha disparado más de lo que ha bajado el crudo
Los usuarios de combustible no han notado en noviembre la caída del precio del petróleo en los mercados internacionales con respecto a octubre, con lo que se mantuvo en los niveles más altos desde hace más de siete años.
Según los datos publicados por la CNMC, la subida del margen bruto de distribución, la partida que engloba todos los costes de los operadores petrolíferos, se ha disparado cerca del 20%, por lo que este encarecimiento ha neutralizado en el precio total del carburante el menor coste del barril de Brent. Los impuestos, la tercera gran partida que compone el combustible, se han mantenido constantes.
Según detalla el supervisor del mercado energético, entre octubre y noviembre de 2021, la cotización internacional del Brent cayó dos céntimos de euro en el caso de la gasolina (-3,8%) mientas que bajó 1,58 céntimos para el gasóleo A (-3%). Sin embargo, el precio de venta al público de la gasolina aumentó en 2,76 céntimos por litro (+1,9%) mientras que el del diésel se elevó 2,56 céntimos de euro por litro (+1,9%).
Esta subida se debe a un aumento próximo al 20% en el margen bruto que repercuten las petroleras, y en el que meten, además de su beneficio empresarial, los mayores costes que asumen (refino, transporte, distribución, etc.) así como algunas cargas normativas impuestas (Fondo Nacional de Eficiencia Energética, biocarburantes, etc.). Concretamente, el margen bruto de la gasolina 95 ha subido en un mes 4,26 céntimos de euro por litro (+18,2%), hasta los 27,7 céntimos por litro. En el caso del gasóleo A, esta partida se ha encarecido en 3,68 céntimos por litro (+16,7%), hasta los 25,7 céntimos por litro, según señala la CNMC en su último análisis de la distribución de carburantes.
El mayor precio antes de impuestos, además, tiene un efecto sobre el precio final, ya que al aumentar la base del IVA, también crece el coste de este impuesto en términos absolutos.
Entre los mayores costes a que ha tenido que hacer frente la industria petrolífera se encuentra un repunte del CO₂, utilizado en las refinerías. El precio por emitir gases de efecto invernadero pasó de 59,43 euros por tonelada en octubre a 66,04 euros por tonelada en noviembre (+11%).
Sin embargo, tanto el gas como la electricidad, otro de los suministros básicos de producción para la industria petrolera, cotizaron a precios ligeramente por debajo en noviembre con respecto a octubre. Los combustibles, también importantes en el transporte de los propios carburantes, subieron, como ya se ha visto, un 1,9%. En este periodo, el índice de precios al consumo (IPC) en España pasó del 5,5% en octubre al 5,6% en noviembre.
Es decir, que la mayoría de costes han variado muy por debajo del repunte del margen bruto repercutido por los operadores petrolíferos en los carburantes. La CNMC no ofrece datos desagregados de a qué parte corresponde ese margen bruto. Es decir, cuánto es aumento de costes repercutidos y cuánto es un puro aumento del margen de beneficio. En el último informe anual de la CNMC, correspondiente a 2020, donde se dan más detalles, se advertía de que el beneficio empresarial se había mantenido. Sin embargo, identificaba un 22% de los márgenes brutos de distribución que no estaban explicados.
BP, Cepsa y Repsol, las más caras
“En noviembre de 2021, las estaciones de servicio integradas en la red de distribución de BP volvieron a marcar los precios promedio más altos de la gasolina 95, seguidas de las de Cepsa y Repsol. Los precios promedio más altos del gasóleo A se establecieron en las estaciones de Cepsa, seguidas de las de BP y Repsol. Los PVP más bajos de ambos carburantes se registraron, como es habitual, en las instalaciones Independientes (‘low cost’ e hipermercados)”, señala la CNMC.
El Confidencial