El proyecto neerlandés del Lightyear 0 no solo se destaca por utilizar la energía del sol para cargar sus baterías, sino por su eficiencia en el túnel del viento, que no se compara con ningún otro auto de producción en el mundo
Así como separar la basura es una tarea minúscula que el hombre puede hacer para contribuir a reducir la contaminación del medioambiente, y la sumatoria de cada acción individual puede generar un gran impacto global, cada detalle, cada curva y cada perfil que tiene la forma de un automóvil ecológico es igualmente trascendental para que ese vehículo sea más eficiente, y por lo tanto, más sustentable.
A nivel ecológico, la sustentabilidad es la acción del hombre para que sus acciones impacten lo mínimo que sea posible en el planeta, intentando evitar la generación de una huella de carbono que rompa la neutralidad normal del ecosistema. Para tener un mundo 100% ambientalmente sustentable, lo ideal sería utilizar los recursos de la naturaleza para todas las actividades de la vida.
Hace dos años, un proyecto nacido en Países Bajos con el nombre de Lightyear One, asombró a la industria por proponer un regreso a la energía solar, que había quedado casi en el olvido como opción de movilidad para las personas, debido a que se necesitaba una superficie muy grande de paneles fotovoltaicos a nivel tal que, aun siendo vehículos voluminosos, no tenían espacio para más de un ocupante.
Lo que ocurrió fue que se desarrollaron nuevas tecnologías de celdas para captación de energía solar y que se pudo hacer una mezcla con energía eléctrica de modo que el Lightyear se convirtió en un auto solar-eléctrico, que se puede cargar enchufándolo a una terminal eléctrica, o simplemente utilizando la energía solar gratuita e infinita, aunque intermitente.
Pero para que cada kWh rinda al 100%, como en cualquier automóvil eléctrico ocurre actualmente, cada consumo influye. Desde el aire acondicionado, las pantallas, el sistema de sonido o navegación, hasta la aerodinámica, cada pequeño consumo, afecta la autonomía.
Es así que el Lightyear nació con un desarrollo aerodinámico muy logrado, con cientos de horas en túnel del viento, que permitieran lograr el coeficiente de forma más bajo posible. Y lo lograron, porque el auto solar-eléctrico neerlandés, si bien inicialmente tenía un cx de 0.19, luego de ser sometido a nuevos estudios en los túneles de viento FKFS en Stuttgart, Alemania, y de acuerdo con el procedimiento de prueba WLTP, declara ahora que tiene solo 0.175 cx. Esto representa el mínimo valor de los autos de producción en eficiencia aerodinámica.
El vehículo definitivo, que cambió su nombre de Lightyear One por Lightyear 0, tiene su capó y toda la superficie superior cubiertos con paneles solares que suman cinco m2, que permiten extender el alcance del vehículo alrededor de 70 km extra o más en condiciones ideales de sol. La autonomía comprobada fácticamente del vehículo es de 1.000 km con la carga inicial de su batería y la acción de los paneles fotovoltaicos.
El único auto actual que tiene un coeficiente de forma superior al Lightyear es el concept de Mercedes-Benz, denominado Vision EQXX, que ha declarado más de 1.100 km de autonomía comprobada, que es únicamente eléctrico, por lo tanto toda su energía proviene de la red y de la capacidad de regeneración que consiga su conductor, y que tiene un coeficiente de forma apenas superior al auto de los Países Bajos, ya que Mercedes ha declarado 0.17 cx.
La cuestión está en el ahorro de energía que cualquiera de estos automóviles u otros similares puedan lograr, y esa es la razón por la que se ha invertido tanto tiempo y recursos al desarrollo aerodinámico. El Lightyear 0, gracias a su forma casi perfecta, podría conseguir un ahorro de carga eléctrica equivalente a 11.000 kilómetros al año, si se utiliza aprovechando cada momento de luz solar disponible.
infobae.com