Supondrá una inversión de hasta 24.000 millones en toda la cadena de valor. Aunque va con retraso, es el primero de este tipo en Europa
La Comisión Europea dio ayer luz verde al plan de ayudas español para el coche eléctrico, el conocido PERTE VEC (vehículo eléctrico y conectado). Tras meses de tira y afloja, Bruselas y Moncloa han encontrado una senda para desarrollar legalmente el esquema de recuperación y transformación, por lo que las empresas podrán empezar a solicitar ayudas con cargo a los fondos comunitarios.
Cuando el Ministerio de Industria presentó las líneas maestras de este plan, en el mes de julio, aseguró que la convocatoria se abriría en el tercer trimestre de 2021 parahaber elegido los proyectos ganadores en febrero de 2022. Plazos que claramente se quedarán cortos.
«Este esquema español de 3.000 millones de euros ayudará a habilitar una cadena de valor innovadora y sostenible para los vehículos eléctricos, en línea con las normas sobre ayudas estatales y los objetivos del Pacto Verde Europeo. Desempeñará un papel importante en la recuperación verde y digital de la economía española, garantizando al mismo tiempo que se minimizan las posibles distorsiones de la competencia», ha anunciado la vicepresidenta comunitaria y responsable de Competencia, Margrethe Vestager.
La danesa, que el mes pasado se vio con Nadia Calviño y la ministra Reyes Maroto para intentar pulir una negociación que estaba atascada, ha celebrado tanto la noticia como haber salvado las discrepancias jurídicas que la Comisión había identificado. «Es una magnífica noticia tras meses de negociación con Bruselas. La autorización de la Comisión Europea servirá para la recuperación digital y sostenible de un sector como el de la automoción, donde España es uno de los principales fabricantes europeos», ha señalado este jueves la titular de Industria.
RETICENCIAS
En la capital comunitaria no había hecho mucha gracia que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciara el primer PERTE en una tribuna en prensa y presumiera de la creación de un consorcio público-privado del Ejecutivo con Volkswagen-Seat e Iberdrola para levantar una de las primeras plantas de baterías del continente. Consideraban que la esencia misma de los fondos, con una gobernanza y unos criterios y reglamentos estrictos, no era respetada con anuncios políticos de ese tipo.
Y tampoco gustó la propuesta inicial de España, pues no se veía la transparencia necesaria. Tras muchas reuniones, y pulir el desarrollo, la Comisión ha dado ahora su aprobado. «Es una oportunidad única para relanzar el sector de la automoción desde una perspectiva sostenible y digital. Seguimos avanzando en un nuevo modelo de movilidad», tuiteó el presidente.
24.000 MILLONES
El régimen español funcionará hasta finales de 2023 y está abierto a consorcios de empresas interesadas, establecidos tanto dentro como fuera de España. Las ayudas, que se concederán mediante un proceso de selección competitivo y en forma de subvenciones directas y de préstamos preferentes en condiciones favorables, están abiertas a consorcios de empresas, establecidas tanto dentro como fuera de España. Cada consorcio incluirá empresas activas en distintos sectores relacionados con los vehículos eléctricos y conectados, y al menos el 40% de los socios deberán ser pequeñas y medianas empresas (pymes). Además, deben contemplar la fabricación tanto de vehículos como de baterías.
Los 3.000 millones, una cantidad muy relevante pues todo el plan de recuperación español aspira a 70.000 millones de euros en trasferencias, corresponden a la parte industrial del PERTE. Luego se completa con las ayudas del Plan Moves III, el Programa Moves Proyectos singulares, el programa tecnológico de movilidad sostenible del CDTI, inteligencia artificial y vehículo conectado hasta llegar a su total, 4.300 millones.
El proyecto del coche eléctrico y conectado prevé una inversión total de más de 24.000 millones en el periodo 2021-2023 entre inversiones públicas y privadas. De hecho el sector de automoción tiene el temor de que los 19.700 millones que deben invertir las empresas estrangulen sus balances en un momento en el que la crisis de la escasez de semiconductores golpea la producción de vehículos.
CREACIÓN DE HASTA 140.000 EMPLEOS
Por su parte, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha calificado la autorización de la Comisión Europea como una “magnífica noticia” que ayudará a la recuperación digital y sostenible del sector. “Este proyecto es una oportunidad histórica de convertir la fabricación del vehículo eléctrico y conectado en un proyecto tractor que refuerce la industria de automoción en todo el país”, añadió.
La creación de empleo generada por el PERTE, según los cálculos del Gobierno español, podría llegar a los los 140.000 puestos de trabajo y la contribución al PIB se situaría entre el 1% y el 1,7%. También esperan alcanzar en 2023 los 250.000 vehículos eléctricos matriculados y entre 80.000 y 110.000 puntos de recarga desplegados. Por último, España se ha comprometido a realizar una evaluación a posteriori para valorar cómo se han utilizado estas ayudas.
ELÉCTRICOS DE VW
Ayer también el consejero delegado del grupo Volkswagen, Herbert Diess, anunció ayer que «en la Península Ibérica, está previsto construir vehículos eléctricos compactos en la planta multimarca de Martorell y SUV eléctricos en la planta multimarca de Pamplona a partir de 2025». Ya se conocía la intención del grupo alemán de hacer sus eléctricos pequeños en España. La novedad radica en la separación entre lo que hará cada planta. Seat Martorell fabricará los compactos eléctricos para las marcas Cupra, Skoda y VW. Serán los modelos de mayor volumen y demanda para las ciudades europeas. VW Navarra hará los SUV eléctricos urbanos y se convertirá en una planta multimarca tras décadas de fabricación exclusiva para la enseña Volkswagen.
Esto trae consigo la materialización de invertir 5.000 millones para la electrificación de las operaciones del Grupo Volkswagen en España pilotadas por la filial Seat S.A. De estas inversiones 2.400 millones se dedicarían a la actualización de Martorell y las instalaciones satélites donde se fabricarían también motores eléctricos en la planta de componentes de Barcelona.
Menor inversión requerirá Landaben para la llegada de estos modelos según Markus Haupt, presidente de VW Navarra, dado quelos eléctricos que lleguen se fabricarán en la misma línea donde hoy se hacen los VW Polo, Taigo y T-Cross.
Este proyecto, denominado SmalBEV, se basa en la plataforma MEB del Grupo Volkswagen para todas sus marcas y será Seat quién dirija el desarrollo de las carrocerías de los diferentes modelos de las marcas del consorcio.
NUEVOS MODELOS
Los modelos que lleguen vienen para sustituir antes de 2030 a los actuales Seat Ibiza, Seat Arona, Audi A1 (la marca alemana no tendrá declinación de vehículo eléctrico pequeño) hechos en Seat Martorell y a los VW Polo, Taigo y T-Cross que se fabrican en Landaben. Lo único oficial hasta ahora es que en 2025 llegará un urbano Cupra a Seat Martorell (basado en el prototipo Cupra Urban Rebel) que será el primero. Luego llegarán el modelo de Volkswagen (a partir del VW ID.Life) y el Skoda del que todavía no hay anticipo.
Lo más curioso es que Diess dijo también que «la decisión final depende de las condiciones generales y de los incentivos gubernamentales». Con la luz verde de Bruselas al PERTE sólo faltan las bases del mismo que Industria insiste en que se harán públicas este mes; cuando se iban a presentar en la primera mitad del año en curso.
El Mundo