Los grandes fabricantes aceleran por traer lo antes posible estas baterías tan prometedoras y por ser los primeros. Honda es uno de los protagonistas de esta historia
La carrera por la electrificación en la industria del automóvil no cesa. A pesar de la desaceleración de la demanda que hemos visto este año en el mercado, lo que no cesan son las investigaciones y los desarrollos tecnológicos, sobre todo en búsqueda de dar respuesta a las mayores preocupaciones de los conductores con los vehículos eléctricos.
La batería es un elemento clave en este sentido. No solo representan una parte importante del coste de un vehículo eléctrico, también son las que determinan en gran medida su autonomía y la velocidad a la que pueden ser recargadas. Es por ello que muchos fabricantes están acelerando sus intenciones por traer al mercado las prometedoras baterías de estado sólido.
Estas, a diferencia de las de electrolito líquido, prometen llegar con elevadas cifras de densidad energética, lo que garantizará autonomías superiores a los 1.000 kilómetros en la práctica, cargas más seguras y también más rápidas. Sin embargo, los retos para producirlas en masa son todavía elevados, así como para traerlas al mercado a precios ajustados.
En el desarrollo de este tipo de baterías hay, a día de hoy, claramente dos bandos: las marcas japonesas, con Toyota, Honda y Nissan al frente, que parecían tener la bandera del desarrollo en los últimos años; y en el otro lado, las marcas chinas, que parece que están cogiendo la delantera. Gigantes como SAIC prometen la inminente llegada de estas baterías a sus coches, y otros como Chery ya están trabajando en la construcción de una línea de montaje para traerlas a la producción más pronto que tarde.
La última en mostrar sus últimos avances procede, no obstante, de sus vecinos japoneses. Honda ha mostrado sus progresos en este campo varios años después, enseñándonos algunos de los detalles de su nueva línea de producción para baterías de estado sólido; eso sí, una línea de demostración, que ya está a punto de empezar a operar mientras la marca nipona continúa con su desarrollo.
Honda está llevando a cabo dicho desarrollo de las baterías de estado sólido de forma interna, y aunque su apuesta por el coche eléctrico esté siendo discreta –en línea con lo que vemos con el resto de fabricantes japoneses–, sus vehículos de próxima generación con tecnología 100% eléctrica podrían contar ya con estas prometedoras baterías. Recordemos que el objetivo de la marca es la de vender exclusivamente coches eléctricos a nivel mundial a partir del 2040 y de convertirse en una marca neutra en carbono para mitad de siglo.
En su paso hacia el cumplimiento de esos objetivos, Honda nos muestra sus últimos avances de sus instalaciones de I+D en Sakura, en la prefectura de Tochigi (Japón), donde se está preparando todo inicialmente para poner todo a punto para la producción de las futuras baterías de electrolito sólido. En un espacio de 27.400 metros cuadrados se han instalado ya las herramientas necesarias para verificar cada proceso de producción, e incluso ya cuentan con una línea capaz de formar las celdas y ensamblar los módulos.
Honda prevé traerlas a producción durante la segunda mitad de la presente década. Mientras tanto, irá determinando las especificaciones básicas de las celdas de este tipo de baterías y empezando la producción en la nueva línea de demostración ya para el próximo mes de enero. Sus investigaciones más investigaciones se centrarán en dos conceptos fundamentales: los métodos de fabricación y las especificaciones de los materiales. Dos apartados clave previos a comenzar a producir en serio estas baterías que llegarán tanto a coches, motocicletas como a aviones y que llevarán el sello de Honda.
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