El grupo chino Zoolnasm ha anunciado el inicio de la construcción de su primera fábrica de baterías de sodio, la cual se levantará en Guangde. La startup, especializada en esta tecnología emergente, afirma que el centro de 400.000 metros cuadrados será el primero del mundo en producir masivamente baterías de iones de sodio y sulfato de hierro y sodio polianiónicos.
El sodio es un material más abundante, asequible y sencillo de extraer y reciclar que el litio, por lo que se presenta como una alternativa ideal para vehículos eléctricos de bajo coste y sistemas de almacenamiento energético estacionario. A cambio, su densidad energética resulta inferior.
La capacidad anual proyectada de la factoría de Zoolnasm es de 30 GWh. El complejo se construirá en dos fases, estando previsto que la primera (10 GWh) esté completada para agosto del año que viene. Aunque Zoolnasm se fundó en enero de 2021, su científico jefe, Zhao Jianqing, tiene quince años de experiencia en la investigación y el desarrollo de baterías de sodio.
La compañía señala que sus baterías de muestra ya han sido probadas por un tercero, mostrando un rendimiento superior al de los productos de la competencia. Si consultamos su página web, veremos que actualmente se encuentra desarrollando varios tipos de celdas (todas ellas prismáticas), cuyas especificaciones técnicas os dejamos a continuación.
Las baterías de sodio de Zoolnasm prometen unos elevados índices de seguridad
El modelo NFS-A1, diseñado para vehículos pequeños, ofrece una vida útil superior a los 2.000 ciclos (probado a 25º C con un 90% de profundidad de descarga). Su densidad energética se sitúa en 122 Wh/kg y su voltaje medio en 3,6 voltios. Además, su tasa de retención de capacidad es superior al 85% a una temperatura de -20ºC .
Zoolnasm hace especial hincapié en su elevada seguridad, ya que las celdas han sido sometidas a pruebas de sobrecarga, sobredescarga, extrusión y penetración sin incendiarse, explotar o siquiera emitir humo. También se destaca su bajo coste, pues no contienen metales como el cobre, el níquel o el vanadio, siendo esta una de las principales ventajas de las baterías de sodio.
Los modelos NFS-A2 (almacenamiento estacionario a pequeña escala, vida útil superior a los 5.000 ciclos, 120 Wh/kg), NFS-B1 (PHEV, vida útil superior a los 6.000 ciclos, 110 Wh/kg) y NFS-B2 (almacenamiento estacionario a gran escala, vida útil superior a los 8.000 ciclos, 120 Wh/kg) mantienen sus índices de seguridad y bajo precio; además, las celdas NFS-B1 ofrecen una sorprendente tasa de carga/descarga de 4C/8C (el resto están limitadas a 1C/2C).
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